Provocando el agotamiento de los migrantes y evitando que lleguen más, algunos habitantes de Staten Island, en Nueva York, decidieron “bombardear” este lunes con una grabación incesante y ensordecedora a los extranjeros que fueron ubicados en la antigua St. John Villa Academy, que funciona actualmente como refugio.
“El uso de la guerra psicológica legal es un juego limpio”, expresó John Tabacco, un excandidato independiente a contralor de la ciudad, a New York Post.
Reprodujo el sonido con un altavoz profesional desde la propiedad de Scott Herkert, quien vive justo al lado de la escuela desde hace más de dos décadas.
Precisamente, Herkert se quejó el mes pasado porque trabajadores de la ciudad instalaron cámaras de seguridad fuera de su vivienda. En ese momento aseguró que ya no reconocía a su país y que se sentía como un prisionero en su propio vecindario.
Ya muchos de los habitantes han protestado en rechazo a la decisión del alcalde Eric Adams de ubicar, sin previo aviso, a los indocumentados en ese lugar.
En la incesante grabación reproducida en bucle, Tabacco decía: “El alcalde Eric Adams les está mintiendo”, según citó New York Post.
El refugio “no es seguro” para los migrantes
En la academia, señalaba, los migrantes están hacinados (300 personas en cada habitación) y no tienen intimidad ni baños. Asimismo, intentaba dar la impresión de que el refugio no está dentro de la ciudad, al comentar que los migrantes podían encontrar comodidad en un hotel que esté “ubicado en Nueva York”.
“No te bajes del bus, diles que quieres regresar al hotel. Este refugio tiene ratas y cucarachas; este edificio tiene moho y no es seguro para ti”, afirmaba en el sonido.
La St. John Villa Academy sí había presentado un desbordamiento de aguas residuales, pero no se ha informado que esté llena de moho, de ratas y cucarachas, indicó el medio. Esta escuela, añadió, está equipada con baños al aire libre dispuestos para los migrantes que estarán allí temporalmente.
Trabajadores de Tabacco han repartido volantes con esos mismos mensajes en el lujoso hotel Roosevelt, en el centro de Manhattan. El hombre reconoció quese le ocurrió esta campaña después de que entrevistó a un grupo migrantes que se estaba quedando allí.
“Me decían que les estaban mintiendo (…) Les están diciendo: ‘¡Ven!, disponemos de autobuses con aire acondicionado para ti. Te llevarán a Nueva York, te alojarán en una bonita habitación de hotel y te darán una tarjeta de débito’ y, ya sabes, pensaron que lo habían logrado, el sueño americano”, expresó.
Según, solo le está “diciendo la verdad” a las personas que llegan a Staten Island.