Utilizando cientos de botes y helicópteros, los socorristas en Luisiana rescataban el lunes a las personas atrapadas por las inundaciones tras el impacto del furioso huracán Ida, que inundó la costa del estado y destrozó una gran franja de la red eléctrica de la entidad en pleno caluroso verano.
Las personas que viven en medio del laberinto de ríos y pantanos a lo largo de la costa del estado en el Golfo de México se pusieron a salvo en sus áticos o techos y publicaron sus direcciones en redes sociales con instrucciones para que los equipos de rescate los ubicaran.
Más de un millón de clientes en Luisiana y Mississippi se quedaron sin electricidad. Eso aumentó su vulnerabilidad a inundaciones y les dejó sin aire acondicionado ni refrigeradores en medio del calor abrasador del verano.
Ida, uno de los huracanes más poderosos que ha azotado a Estados Unidos, causó al menos dos muertes: un conductor que se ahogó en Nueva Orleans y una persona que le cayó encima un árbol en Baton Rouge. Además, la tormenta dejó muchas carreteras intransitables y el servicio de telefonía celular noqueado en algunos lugares.
Christina Stephens, vocera del gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo que dado el nivel de destrucción, “vamos a tener muchas más fatalidades confirmadas”.
El huracán “llegó e hizo todo lo que se anunciaba, desafortunadamente”, dijo el gobernador Edwards.
Ida llegó a la costa en el 16º aniversario del devastador huracán Katrina que causó 1.800 muertos, lo que provocó una noche incómoda de lluvia y viento. El clima amainó poco antes del amanecer y la gente comenzó a caminar con cuidado por los vecindarios con linternas, esquivando postes de luz caídos, trozos de techos y ramas.
“Tuve una noche larga y miserable”, dijo Chris Atkins, que estaba en su casa de Nueva Orleans cuando escuchó un estruendo cuando el yeso de su sala de estar se cayó. Poco tiempo después, todo el lado de la sala cayó sobre la entrada de su vecino.
“Suerte que todo no cayó hacia adentro. Nos habría matado”, dijo.
Cuatro hospitales de Luisiana resultaron dañados y 39 instalaciones médicas estaban operando con un generador, dijo la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
La compañía Entergy confirmó que la única electricidad en Nueva Orleans procedía de generadores, según un tuit de la Oficina de Seguridad Nacional y Preparación de Emergencias que citó un “catastrófico daño en la transmisión”. La ciudad depende de Entergy para el sistema eléctrico de emergencia de las bombas que devuelven el agua de las tormentas por encima de los diques de la ciudad. El sistema se ha mejorado mucho desde Katrina, pero Ida suponía el mayor reto desde ese desastre.
La tormenta tocó tierra el mismo día del año que el huracán Katrina, que arrasó Luisiana y Mississippi en 2005. Sus vientos de 230 kilómetros (150 millas) por hora igualaron la marca del quinto huracán más fuerte que jamás ha golpeado el territorio continental de Estados Unidos.
El lunes temprano, sus vientos eran de 72 km/h (45 mph) y los meteorólogos calculaban que se debilitará rápidamente mientras sigue causando lluvias en una amplia franja.
La miseria no ha terminado para muchos. Stephanie Blaise regresó a su casa con su padre en el Lower Ninth Ward de Nueva Orleans después de evacuar. Su casa solo perdió algunas tejas. Pero sin tener idea de cuándo regresará la luz, no planeaba quedarse mucho tiempo.
“Voy a tener que convencerlo de que se vaya. Tenemos que ir a alguna parte. No puedo quedarme en este calor”, dijo.
La policía de Nueva Orleans informó haber recibido numerosos informes de robos y realizó varios arrestos.
La ciudad instó a las personas que fueron evacuadas a permanecer alejadas durante al menos un par de días debido a la falta de energía y combustible.