El presidente Joe Biden denunció el jueves el ataque terrorista en el aeropuerto de Kabul que mató a una docena de militares estadounidenses e hirió a 15 más.
Biden aseguró que la frenética evacuación de ciudadanos y aliados estadounidenses de Afganistán continuará incluso cuando se comprometió a “cazar” a los responsables de los ataques.
“Para quienes llevaron a cabo este ataque, así como para cualquiera que desee daño a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos”, dijo el presidente Biden. “No olvidaremos. Te perseguiremos y te haremos pagar”.
Biden dijo que había pedido a sus comandantes que encontraran formas de atacar a ISIS-K, el afiliado afgano del Estado Islámico, que se atribuyó la responsabilidad de los ataques ese mismo día.
“Responderemos con fuerza de precisión en nuestro tiempo, lugar, en el momento que elijamos”, aseguró Biden.
“Estos miembros del servicio estadounidense que dieron su vida”, dijo Biden, eran “héroes que se han comprometido en una misión peligrosa y desinteresada para salvar las vidas de otros”
El presidente llamó al jueves “un día difícil” y prometió que Estados Unidos mantendrá su “obligación sagrada” para con las familias de los caídos.
Las tropas que murieron el jueves fueron los primeros miembros del servicio estadounidense asesinados en Afganistán desde febrero de 2020. Para el ejército estadounidense, fue un día con más muertes que cualquier otro desde 2011, según The New York Times.
Esas muertes son precisamente el tipo de pérdidas militares que Biden ha dicho repetidamente que estaba tratando de evitar al poner fin a la guerra de 20 años de Estados Unidos en el país.
El ataque terrorista contra las fuerzas estadounidenses estacionadas en el aeropuerto de Kabul ocurrió a cinco días de la fecha marcada por el propio Biden para el final de la misión de evacuación y la retirada de tropas de Afganistán, el 31 de agosto.