Un grupo de activistas protestó hoy en Nueva Jersey para exigir la excarcelación de un grupo de inmigrantes que fueran trasladados desde una cárcel en ese estado que puso fin a su contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y cuyo paradero se desconoce.
El grupo de 15 inmigrantes estaba en la cárcel del condado de Bergen y fue trasladado al filo de la medianoche del jueves sin que sus familiares y abogados fueran informados, dijo a EFE la activista Heidy Torres.
“No sabemos dónde están, ninguno de los 15 se ha comunicado con su familia o abogados”, indicó además Torres.
Durante meses familiares y activistas han exigido que los detenidos en esa cárcel que tenía contrato con ICE fueran enviados a sus hogares, en espera de sus procesos migratorios.
El pasado siete de octubre la junta directiva del condado de Bergen votó a favor de poner fin al contrato con ICE y tenían hasta el 20 de noviembre para trasladar a los inmigrantes que tuvieran en esa instalación.
El condado de Bergen fue el último de tres en Nueva Jersey con contratos con esa agencia en anunciar que ya no recibiría más inmigrantes, luego de que lo hicieran los de Essex y Hudson, que tomaron la decisión a principios de este año.
Sólo queda abierta una prisión privada en la ciudad de Elizabeth.
El pasado agosto el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, convirtió en ley un proyecto que prohíbe firmar nuevos contratos con ICE, renovarlos o ampliarlos, tras años de luchas de grupos proinmigrantes.
Ha trascendido a los medios que la junta que administra el condado de Bergen firmó un contrato con el Servicio de Marshall, por lo que albergará presos bajo custodia federal en espera de juicio o traslado.
”Queremos a la gente de regreso en sus comunidades pero en su lugar, ICE los ha trasladado lejos en medio de la noche”, agregó Torres e indicó que entre los 15 inmigrantes figura Patrick Julney, que fue traído a Estados Unidos desde Haití cuando tenía dos años.
Julney ha denunciado abusos físicos y mentales, falta de asistencia médica y las ratas entre otras complicadas condiciones en Bergen, indicó la activista y explicó que esa denuncia originó una investigación de las autoridades de Inmigración y que su deportación fuera detenida.
De acuerdo con los activistas, Julney fue trasladado como represalia por hablar en contra de las condiciones inhumanas y los abusos de derechos humanos en la cárcel.