El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador criticó el miércoles la actuación de elementos de la Guardia Nacional que el domingo dispararon contra una camioneta de migrantes que había evadido un control.

Los migrantes “no dispararon, no agredieron y los de la Guardia dispararon y eso no se debe hacer. Hay otras formas de detener a quienes están violando las leyes”, afirmó en una inusual crítica al cuerpo estrella de las fuerzas armadas creado en su administración y que entre sus prioridades tiene la lucha contra la inmigración ilegal.

“Ya di instrucciones para que se ponga a disposición a estos elementos de la Guardia Nacional, del Ministerio Público”, agregó.

Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador indicó erróneamente que el incidente había dejado dos muertos pero su portavoz, Jesús Ramírez, aclaró horas después a The Associated Press que solo hay un fallecido confirmado, del que se informó desde el domingo.

Ramirez explicó que a la hora en que habló el presidente circulaba una versión de que podían ser dos los muertos pero finalmente quedó descartada. Otras cuatro personas resultaron heridas.

La Guardia Nacional reconoció el lunes en un comunicado que integrantes de ese cuerpo dispararon a una camioneta con 14 migrantes a bordo en el estado de Chiapas, en el sur de México. Según su explicación, tres vehículos evadieron un control de seguridad, los agentes salieron en su busca por un camino de tierra y se encontraron de frente con una de las camionetas, que no atendió la orden de detenerse e “intentó embestir a los elementos”. Los agentes, continuaba la nota de prensa, al ver “en riesgo inminente su integridad, accionaron sus armas para detener el vehículo”.

En la camioneta viajaban nacionales de Cuba y de Ghana, entre ellos, dos menores. El hombre fallecido y las personas heridas eran todas cubanas, indicó en su momento una autoridad federal.

El miércoles, López Obrador señaló que los migrantes “no hicieron más que salir rápido sin detenerse de frente adonde estaba la patrulla de la Guardia Nacional” y que por eso la actuación militar debía ser investigada. El cuerpo ya dijo haber puesto a dispocisión de la fiscalía personal, armamento y equipo.

La fiscalía de Chiapas anunció el martes que dejaba en caso en manos de la fiscalía federal.

El conductor fue puesto a disposición del ministerio público, los heridos trasladados al hospital y los supervivientes quedaron bajo custodia de las autoridades como presuntas víctimas de un delito de tráfico de personas.

En su primer comunicado sobre los hechos, a fiscalía estatal indicó que el cadáver del cubano fallecido fue localizado en la parte de atrás de la pick-up con lesiones de arma de fuego e indicó que en la camioneta también había un arma larga y un cargador. La Guardia Nacional no hizo mención alguna al detalle del arma. Tampoco dijo haber sido agredida con disparos ni que vieran a nadie armado.

Los migrantes supervivientes indicaron en sus declaraciones que nadie del vehículo en el que viajaban estaba armado, según una persona conocedora de la investigación. Sin embargo, fotos que están en la carpeta de las pesquisas y a las que tuvo acceso AP muestran a un migrante muerto, boca abajo y con el arma larga bajo su cuerpo.

El incidente ocurrió en un área de ranchos ganaderos, bastante despoblada por donde suelen transitar traficantes de migrantes para un controles cercano de las fuerzas de seguridad. Por la zona transita actualmente una caravana de migrantes, aunque los implicados en el letal evento no pertenecían al grupo.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos -que vigila la actuación de los funcionarios públicos- también ha abierto una investigación sobre lo ocurrido.