La Cámara de Representantes aprobó el martes declarar al otrora jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, en desacato al Congreso después de que dejara de cooperar con la comisión que investiga el asalto al Capitolio, la primera vez que esa instancia legislativa vota a favor de adoptar esa medida contra un exfuncionario desde la década de 1830.
El resultado de 228 votos a favor y 208 en contra, casi en bloque partidista, es la segunda vez que la comisión especial busca castigar a testigos por desafiar una citación. La votación fue la más reciente exhibición de fuerza del panel, que no está dejando ningún aspecto sin explorar —igual que ninguna citación sin abordar— en su pesquisa del peor asalto contra el Capitolio en más de 200 años.
Los legisladores del panel están determinados a conseguir respuestas rápidamente, y al hacerlo reafirman la autoridad de la cámara legislativa que fue erosionada durante el período de Donald Trump como presidente.
“La historia será escrita sobre estos tiempos, sobre la labor que esta comisión ha emprendido”, declaró el presidente del panel, el representante republicano Bennie Thompson, de Missouri. “Y la historia no mirará a ninguno de ustedes como mártires. La historia no los mirará como víctimas”.
La representante demócrata Jamie Raskin, de Maryand, integrante del panel, comenzó el martes un debate sobre la resolución leyendo textos desesperados del día del asalto que revelan que miembros del Congreso, comentaristas de Fox News e incluso un hijo de Trump exhortaron a Meadows a que convenciera al mandatario saliente a que actuara con rapidez para frenar la invasión que simpatizantes del mandatario escenificaron durante tres horas.
Con la votación, el asunto será enviado a la oficina del secretario de Justicia en Washington, donde corresponderá a los fiscales decidir si llevan un caso ante un jurado investigador para la posible presentación de cargos penales.