Más de 800.000 no ciudadanos y “dreamers” que residen en la ciudad de Nueva York tendrán acceso a las urnas —y podrían participar en las elecciones municipales a partir del próximo año— luego que el alcalde Eric Adams permitió que una iniciativa se convirtiera automáticamente en ley el domingo.
Los detractores han prometido desafiar la nueva ley, que el Concejo Municipal aprobó hace un mes. A menos que un juez detenga su implementación, la ciudad de Nueva York es la primera ciudad importante de Estados Unidos en otorgar derechos extendidos municipales de voto a residentes no ciudadanos estadounidenses.
Más de una docena de comunidades por todo Estados Unidos de permiten que residentes no ciudadanos emitan sus votos en elecciones locales, incluyendo 11 poblados de Maryland y dos de Vermont.
Los residentes no ciudadanos aún no podrán votar por presidente ni miembros del Congreso en contiendas federales, ni participar en elecciones estatales que elijan gobernador, jueces y legisladores.
La Junta Electoral ahora deberá iniciar a trazar la implementación de un plan para julio, incluyendo las reglas y cláusulas de registro de votantes que crearían votaciones separadas para contiendas municipales a fin de evitar que los no ciudadanos emitan sus votos en las contiendas federales y estatales.
Es un momento crucial para la ciudad más poblada del país, donde los residentes no ciudadanos con documentos legales y edad para votar representan cerca de uno de nueve de los cerca de siete millones de habitantes con edad para votar. El movimiento para obtener los derechos al voto para residentes no ciudadanos prevaleció después de varios reveses.
La medida permitiría que personas no ciudadanas que han sido residentes permanentes legales de la ciudad durante al menos 30 días, al igual que quienes cuentan con autorización legal para trabajar en Estados Unidos, incluyendo “dreamers”, ayuden a elegir al alcalde de la ciudad, miembros del concejo municipal, presidentes de distrito, auditores y defensores públicos.
Los “dreamers” son inmigrantes jóvenes que llegaron a Estados Unidos sin autorización legal siendo niños que serían favorecidos de la nunca aprobada iniciativa de ley federal DREAM Act, la cual les habría permitido permanecer en el país en caso de cumplir ciertos criterios.