El presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca con un amplio programa migratorio bajo el brazo, el cual integró con apoyo de organizaciones civiles, pero la implementación no ha sido fácil, sobre todo porque hay políticas del expresidente Donald Trump que han ensombrecido cualquier avance logrado por el demócrata.
Los defensores de inmigrantes exigieron a la Administración Biden terminar con el programa de Protocolos de Protección al Migrante (MPP) o Permanecer en México, para enviar a peticionarios de asilo a esperar en ese país una cita en cortes migratorias; así como el Título 42, que permite la expulsión acelerada de inmigrantes que llegan a la frontera. Ambas estrategias iniciadas por Trump sobrevivieron, la primera por una orden judicial y la segunda por decisión del actual gobierno ante el aumento de extranjeros en la frontera.
“Hay que decir que hay un desorden total en la frontera… por mantener políticas como el Título 42 y el MPP de la administración anterior con una permisividad real (de ingreso de inmigrantes) en algunos puntos de la frontera”, consideró Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute.
Austin Kocher, profesor de Investigación en Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, destacó la intención de la Administración Biden de terminar con el MPP, pero reconoció el fracaso legal, aunque criticó que el presidente Biden ni siquiera intente terminar con el Título 42.
“Han sido un reto para la Administración Biden… ha intentado terminar con MPP, pero no han podido, pero no han intentado terminar con el Título 42”, dijo.
Claudia Flores, directora asociada de Política y Estrategia del Center for American Progress (CAP) se suma a la opinión de que gran parte de las fallas en la frontera tienen que ver con la anterior administración y las decisiones de tribunales republicanos.
“Los desafíos para esta administración tienen relación con la continuación de algunas políticas de Trump”, consideró Flores, quien reconoció también el arribo de más migrantes, como grupos de haitianos.
A esos dos problemas se suma el incumplimiento de una reforma migratoria que proteja a millones de indocumentados, como prometió el presidente Biden, quien remitió un proyecto al Congreso para beneficiar a 11 millones de personas, pero luego se hizo a un lado para dejar a los representantes y senadores encabezados por la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi (California), y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York), decidir sobre alguna protección a través del proyecto de ley Build Back Better (BBB – Reconstruir Mejor), el cual quedó estancado ante una mayoría quebrantada por el senador Joe Manchin (West Virginia).
“El continuo atraso de casos de inmigración en el sistema de tribunales… que ahora es de 1.5 millones…y siguen creciendo cada mes”, dijo Kocher. “Se ha convertido en un problema político tan grande que nadie realmente ha podido reducir… Y este es un gran desafío para la Administración Biden”.
En agosto, los departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS) publicaron en el Registro Federal un aviso de propuesta de reglamentación para mejorar la tramitación de las solicitudes de asilo.
“Las personas que son elegibles recibirán ayuda más rápidamente, mientras que las que no sean elegibles serán expulsados rápidamente”, reconoció Mayorkas.
La abogada Susan Cohen, presidenta de Mintz Immigration Practice y autora del libro “Journeys From There to Here: Stories of Immigrant Trials, Triumphs and Contributions”, destacó que la Administración Biden “ha intentado” avanzar con este nuevo sistema.
Sin embargo, el plan no ha sido aplicado, al tiempo que el caos y una estrategia injusta impera en la frontera.
“Hay much entrar gente, lo cual termina siendo poco justo para las personas que llegan… si eres una familia, es casi seguro que te dejan pasar… pero si (eres persona sola) y estás huyendo de un narcotraficante, no hay forma de que entres”, explica Selee. “Hay un caos en la frontera, no han sabido prestar atención y han pedido la confianza tanto de los grupos pro migrantes, como del centro y centro-derecha del país”.
Uno de los logros es el fin de la persecución de los indocumentados, solamente por el hecho de no tener permisos de estancia en EE.UU., indicaron los expertos.
“Hay que destacar que lograron bajar el temor entre indocumentados, bajando tensiones de personas viviendo en Estados Unidos y permitiendo hacia adelante la posibilidad de denunciar a empleadores que abusan de empleados indocumentados por su estatus”, indicó Selee.
El 29 de noviembre, la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comenzó a implementar una nueva regla que obliga a los agentes a evaluar caso por caso de indocumentados, a fin de evitar su arresto y proceso de deportación si no tiene récord criminal o represente un peligro para la seguridad nacional.
La nueva estrategia gubernamental comenzó con memorandos previos que fueron desafiados en tribunales por gobiernos republicanos de Texas y Louisiana, pero el DHS ha intentado darle la vuelta con nuevas iniciativas.
Desde que comenzó la Administración Biden, no ha habido grandes redadas y el número de inmigrantes detenidos ha bajado, pues en un mes hasta al 5 de diciembre se reportó que ICE tenía detenido a 4,762 personas contra 7,585 en el mismo periodo del 2020, según datos de TRAC.
“Pero ICE no ha estado haciendo casi nada en materia de inmigración, lo que llamamos aplicación en el interior”, destacó Kocher.
Flores señaló que esa política de no persecución quedó clara desde que llegó Biden al Gobierno.
“Hemos visto una serie de cambios a nivel doméstico, sobre todo quiénes son la prioridad para la deportación”, reconoció Flores.
Los refugiados de Afganistán
Aunque fue criticada la forma en que se retiró de Afganistán, la Administración Biden ha sido celebrada por su esfuerzo con los refugiados de ese país.
“Yo creo que hay que reconocer el trabajo realizado con los evacuados de Afganistán, que están recibiendo cobijo en EE.UU… hay que destacar la organización con la coalición (de naciones) para retirar a más de 100,000 personas”, dijo Selee.
Ahí coincidió Cohen, a quien le preocupa que estas personas hayan llegado bajo un sistema de “protección humanitaria”, no con la posibilidad de obtener una ‘green card’.
El secretario de Estado Antony Blinken reportó que son 76,000 los afganos asentados en EE.UU. en un esfuerzo sin antecedente.
“Tuvimos que impulsar diversos esfuerzos, y el resultado, sin embargo, es que solo en el mes de octubre pudimos reasentar a más personas en un determinado mes”, señaló.
Un mejor sistema
La Administración Biden ha logrado diversos cambios:
>> A julio, la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) había implementado 140 modificaciones.
>> Los inmigrantes legales tienen facilidades para renovar Autorización de Empleo, responder requerimientos de información adicional.
>> La vicepresidenta Kamala Harris dio los primeros pasos del plan en Centroamérica con inversiones prometidas de $1,200 millones de dólares.
>> El programa DACA está bajo revisión para evitar nuevos desafíos en tribunales.