La vicepresidenta Kamala Harris visitó el domingo Selma, Alabama, para conmemorar un momento decisivo en la lucha por el derecho equitativo al voto en Estados Unidos, incluso luego de que los intentos en el Congreso para restaurar la histórica Ley de Derecho al Voto de 1965 han fracasado.
Bajo un intenso cielo azul, Harris entrelazó sus brazos con los de activistas de a pie del movimiento por los derechos civiles y encabezó a miles de personas a través del puente donde, el 7 de marzo de 1965, policías de raza blanca atacaron a manifestantes en favor del derecho al voto para los negros que intentaban cruzar. Las imágenes de la violencia en el puente Edmund Pettus —nombrado así en honor a un general de la Confederación— estremecieron al país y ayudaron a consolidar el apoyo para la aprobación de la Ley de Derecho al Voto.
Harris dijo que el sitio es un lugar sagrado en el que las personas lucharon por “el derecho más fundamental de ser ciudadano estadounidense: el derecho a votar”.