El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, resaltó este miércoles la importancia de solidificar el apoyo de la OTAN a Ucrania, durante una reunión en Varsovia con los líderes de los Nueve de Bucarest en la que discutieron la estrategia a futuro de la Alianza Atlántica, a días de cumplirse un año de la invasión rusa.
“Ustedes más que nadie saben lo que está en juego en este conflicto, no solo para Ucrania, sino para la libertad y la democracia de Europa y alrededor del mundo”, dijo Biden a los líderes del B9, considerado el flanco oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El bloque, conformado la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, calificado por Biden como “la primera línea” de la “defensa colectiva” frente a Moscú.
Biden insistió en el “fuerte compromiso” de EEUU con la OTAN y aseguró que defenderán “cada pulgada” de su territorio frente a la amenaza de Moscú. “Lo que está en juego no es solo Ucrania, es la libertad”, subrayó.
Antes, a su llegada al recinto de la reunión, el presidente estadounidense aseguró que el mandatario ruso Vladimir Putin, “cometió un grave error” al anunciar la salida del tratado de no proliferación nuclear que mantiene con Washington.
Apoyo irresoluto a Ucrania
Los países del B9 coincidieron en que la invasión rusa a Ucrania ha “afectado la seguridad, no solo de Europa, sino del resto del mundo” y se comprometieron a brindar un apoyo “irresoluto” a Kiev, por el “tiempo que sea necesario”.
La reunión servirá para adoptar una posición común del grupo con respecto a la guerra en Ucrania con vistas a la próxima cumbre de la OTAN en Vilnius, Lituania del 11 al 12 de julio. El encuentro es una de los últimas paradas en la visita de Biden a Polonia y Ucrania, a donde llegó en una histórica visita sorpresa el lunes.
“Lo que queremos hacer hoy es pensar juntos, entre aliados cercanos, acerca de nuestros próximos pasos con vistas a la venidera cumbre (en Vilnius) y sobre las posibilidades de proveer más apoyo a Ucrania”, indicó el presidente de Polonia, Andrzej Duda.
Por su parte, el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, indicó que los los líderes del flanco oriental tienen “el deber de mantenerse firmes en defensa de la paz” y el “compromiso de enviar ayuda a Ucrania durante el tiempo que necesite para ganar esta guerra”.
“La presencia del presidente Biden es prueba de que la unión trasantlántica es ahora más fuerte que nunca”, dijo la mandataria de Eslovaquia, Zuzana Caputová, quien resaltó la significación de esta cumbre del B9 para discutir temas críticos de financiamiento y logística para asegurar que Ucrania “sea capaz de autodefenderse por el tiempo que sea necesario”.
Finalmente, el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, saludó la presencia de Biden y calificó su viaje a Kiev como “fuerte mensaje” de unidad y compromiso con Ucrania.
“Debemos mantener e intensificar nuestro apoyo a Ucrania. Debemos darle a Ucrania lo que necesita para prevalecer”, dijo Stoltenberg
Polonia, aliado estratégico
Durante un diálogo bilateral el martes, antes de su discurso público en el Castillo Real de Varsovia, Biden y el presidente polaco, Andrzej Duda, conversaron sobre el papel de la nación europea en los esfuerzos por llevar ayuda militar y humanitaria a territorio ucraniano.
Polonia es el miembro de la OTAN con la mayor línea fronteriza con Ucrania y ha servido de ruta principal de entrada de armas y de salida de refugiados. Los dos mandatarios también trataron sobre un aumento de la actividad de la organización multinacional en ese el límite terrestre, que se espera que sea tema central de la reunión con el B9 en Varsovia.
“Hago un llamado a todos los Estados europeos, a los Estados de la OTAN, para que muestren solidaridad con Ucrania, para que brinden apoyo militar a Ucrania, para que tengan algo con lo que luchar”, pidió Duda el martes, antes del discurso de Biden en los terrenos del Castillo Real de Varsovia. “No tengan miedo de brindar este apoyo”, pidió.
Minutos después, el mandatario estadounidense agradeció a los polacos por recibir a más de 2,5 millones de refugiados ucranianos y también exhortó al resto de los países, entre ellos, los miembros de la OTAN, a no abandonar la lucha “por la libertad” y la “democracia”, indicando que si Kiev caía, el mundo peligraría.