El gobierno estadounidense empezará a partir del jueves a negar el asilo a los migrantes que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México sin haber presentado su solicitud primero por internet o que no hayan buscado primero la protección en uno de los países por los que hayan pasado, de acuerdo a una nueva norma publicada el miércoles. En tanto, funcionarios estadounidenses advirtieron que se avecinan días difíciles luego de que expire un límite clave a la inmigración.
La norma se produce en la víspera de que Estados Unidos retire el Título 42, que había permitido que las autoridades estadounidenses limitaran la migración con el fin de evitar la propagación del COVID-19. El cambio ha provocado inquietudes en torno a si Estados Unidos tiene las herramientas necesarias para controlar la migración.
La nueva regla anunciada el miércoles forma parte de unas nuevas medidas que tienen el objetivo de reducir los cruces fronterizos ilegales al tiempo que crean nuevas vías legales, como un plan para abrir 100 centros de migración regionales en todo el hemisferio occidental, dijeron funcionarios del gobierno.
Funcionarios estadounidenses han detallado las medidas que han adoptado para prepararse ante lo que muchos esperan que sea un aumento sustancial de las llegadas de migrantes que intentan entrar en Estados Unidos.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió que los próximos días y semanas tienen “el potencial de ser muy complicados”.
“Nuestro plan dará resultados, pero hará falta tiempo para que esos resultados se materialicen plenamente”, afirmó.
En Ciudad Juárez, México, los migrantes siguieron llegando esta semana en pequeños grupos por tren o autobús, y partieron a diario para entregarse a las autoridades estadounidenses. Fran Tovar, un electricista de 30 años de edad procedente de Venezuela y quien dejó a sus dos hijos atrás para tratar de llegar a Estados Unidos, iba a cruzar la frontera el miércoles.