Soldados ucranianos han recuperado siete poblados que abarcan 90 kilómetros cuadrados (35 millas cuadradas) en la última semana, afirmó el lunes la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, en las primeras etapas de una contraofensiva de Kiev que registra pequeños avances.
Maliar publicó en Telegram que la bandera ucraniana ondeaba nuevamente en el poblado de Storozhov, en la provincia oriental de Donetsk, y que sus soldados también habían recuperado otras tres localidades cercanas y tres más en la vecina provincia de Zaporiyia.
“Las batallas son duras, pero nuestro movimiento está ahí, y eso es muy importante”, declaró el presidente Volodymyr Zelenskyy en su discurso nocturno en video. Añadió que las condiciones lluviosas complican la situación a sus soldados y que ha discutido con sus mandos militares “cuáles puntos del frente necesitamos fortalecer y qué acciones podemos tomar para doblegar más posiciones rusas”.
El domingo, funcionarios ucranianos señalaron que sus fuerzas recuperaron los poblados de Blahodatne, Makarivka y Neskuchne, al sur de Velyka Novosilka, en Donetsk. Mailar señaló el lunes que los asentamientos de Lobkove, Levadne y Novodrivka, en la provincia de Zaporiyia, también se encontraban nuevamente bajo control de Ucrania.
Las autoridades rusas no confirmaron los avances ucranianos, los cuales eran imposibles de verificar y podrían ser revertidos durante el transcurso de la guerra. Los poblados recuperados representan apenas una pequeña fracción del territorio y dejaron al descubierto el complicado panorama que les espera a las fuerzas de Ucrania, que tendrán que luchar metro por metro para recuperar casi la quinta parte de su país que se encuentra bajo ocupación rusa.
Los combates recientes en el extremo occidental de los 1.000 kilómetros (600 millas) de frente se han visto complicados por la ruptura de una presa que inundó una parte del río Dniéper que separa a los dos bandos.