El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) afirmó este jueves que lo que le está pasando es una persecución política tras haber comparecido ante un tribunal de Washington DC para la lectura de cargos contra él.

“Esto es una persecución de un oponente político. Se supone que esto nunca tendría que haber pasado en EE.UU.”, lamentó Trump en declaraciones a los periodistas en el aeropuerto Ronald Reagan, en las afueras de la capital, tras declararse no culpable de los cuatro cargos que afronta por supuestamente intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020.

Con semblante contrariado, Trump denunció que se le está persiguiendo por liderar los sondeos para las primarias republicanas del próximo año, en las que se elegirá al candidato de su partido para los comicios presidenciales de noviembre de 2024, y por estar por delante del presidente Joe Biden en las encuestas.

Aseguró que para él ha sido “un día muy triste” y que le ha resultado también “muy triste” venir a Washington y ver “la suciedad y la decadencia, y todos los edificios y muros dañados, con grafiti…”.

“Este no es el sitio que yo dejé”, apuntó el expresidente a pie de vista antes de subirse a su avión personal, el “Trump Force One”, y partir en dirección a Nueva Jersey para ir a su club de golf en Bedminster.

Los documentos judiciales señalan que los agentes usaban el apodo de Escuadrón Matón “debido a su disposición a usar fuerza excesiva y no reportarlo”.

Los acusados en el caso son Christian Dedmon, Hunter Elward, Brett McAlpin, Jeffrey Middleton y Daniel Opdyke, exempleados de la comisaría del condado Rankin; así como Joshua Hartfield, exagente del Departamento de Policía de Richland.

Los documentos identificaron a Elward como la persona que le disparó a Jenkins, y a Opdyke y Dedmon como los que agredieron a los dos afroestadounidenses con el objeto sexual.

El jefe policial del condado Rankin, Bryan Bailey, anunció el 27 de junio que sus cinco agentes implicados en el incidente del 24 de enero fueron despedidos o renunciaron a sus cargos. Hartfield, el sexto agente de la ley implicado, estaba fuera de servicio al momento de participar en el allanamiento y también fue despedido.