Las elecciones de 2024 empañaron el viaje del presidente estadounidense, Joe Biden, a Florida este sábado tras el huracán Idalia ya que el gobernador republicano del estado y también aspirante a la Casa Blanca, Ron DeSantis, desairó al mandatario demócrata.
“No lo sé. No va a estar allí”, dijo Biden cuando se le preguntó qué había pasado con una reunión con DeSantis que había confirmado previamente a los periodistas.
La oficina de DeSantis informó a los medios el viernes que los requisitos de seguridad de una visita presidencial interrumpirían las tareas de recuperación y que no había planes para que ambos se reunieran.
“Queremos asegurarnos de que la restitución de la energía continúa, que los esfuerzos de socorro continúan”, aseguró el gobernador en una conferencia de prensa.
Biden visitó la ciudad de Live Oak este sábado, donde inspeccionó en helicóptero los daños del fenómeno natural, que golpeó la costa de Florida el miércoles como un huracán “extremadamente peligroso”, antes de reunirse con socorristas y funcionarios locales en una escuela primaria.
Grandes árboles, ramas rotas y señales hechas trizas ensuciaban los laterales de la ruta de la caravana presidencial, un testimonio del poder de Idalia, que dejó una persona muerta en Florida y otra en Georgia.
El presidente y la primera dama, Jill Biden, se encontraron con los residentes evacuados en la escuela, estrecharon sus manos y se fotografiaron con las víctimas de la tormenta.























