En una iniciativa sin precedentes, el Vaticano beatificó el domingo a una familia polaca de nueve miembros, un matrimonio y sus hijos pequeños, que fueron ejecutados por los nazis durante la II Guerra Mundial por acoger a personas judías.
Durante una misa, el cardenal Marcello Semeraro, enviado papal, leyó la fórmula en latín de la beatificación de la familia Ulma, firmada el mes pasado por el papa Francisco.
También se desveló una pintura contemporánea que representaba a Jozef y Wiktoria Ulma con sus hijos cerca del altar. Es la primera vez que se beatifica a una familia entera.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda; el líder del partido en el gobierno, Jaroslaw Kaczynski, y el primer ministro, Mateusz Morawiecki, asistieron a la celebración en el poblado de Markowa, en el sureste de Polonia, donde fueron asesinados los Ulma en 1944. Miles de peregrinos llegaron de diferentes lugares de Polonia.