El sindicato United Auto Workers intensificó significativamente su huelga contra las tres automotrices más grandes de Detroit, suspendiendo las labores en la fábrica más grande de Ford y amenazando a la fabricante de Jeep, Stellantis.
En una acción sorpresa realizada el miércoles por la noche, 8.700 miembros del sindicato abandonaron sus puestos en la planta de camionetas de Ford, en Louisville, Kentucky.
Y el jueves por la mañana, el presidente del sindicato Shawn Fain insinuó que se tenían previstas más acciones contra Stellantis. “Esperamos que las negociaciones con Stellantis hoy sean más productivas que las que tuvimos con Ford ayer”, escribió Fain en X, anteriormente conocido como Twitter, sin decir lo que podría pasar.
La planta de camionetas de Ford fabrica los modelos pesados de la serie F y grandes todoterrenos Ford y Lincoln, los productos más lucrativos de la empresa. Los vehículos fabricados en la planta generan unos ingresos de 25.000 millones de dólares al año, según informó la empresa en un comunicado.
























