El nuevo jefe de la policía de Chicago dijo que el hecho de que la ciudad utilice cuarteles policiales como albergues temporales para la creciente población de solicitantes de asilo ha sido una “carga” para el segundo departamento de policía más grande de Estados Unidos.

El superintendente policial Larry Snelling le dijo a The Associated Press en una entrevista el martes que una de sus principales preocupaciones es el costo que la medida de la ciudad ha tenido en el bienestar de los agentes, ya que se está desarrollando en su lugar de trabajo.

“Fuimos los primeros en abrir nuestras puertas a los migrantes y siguen viniendo. Y no los hemos rechazado”, señaló Snelling. “Pero lo que necesitamos es que otras personas den un paso al frente ante estas situaciones porque la carga de albergar a la gente ha recaído sobre el departamento de policía”.

En la actualidad, más de 3.000 recién llegados pasan la noche en los cuarteles de policía, y cientos más en aeropuertos. Algunos de ellos se quedan unos cuantos días —otros durante meses— mientras aguardan a ser colocados en refugios de estadía más prolongada en diversas partes de la ciudad, como hoteles pequeños, una casa de campo en un parque y espacio comercial desocupado.