Aviones israelíes de combate atacaron objetivos en Gaza, dos aeropuertos en Siria y una mezquita en la ocupada Cisjordania supuestamente utilizada por milicianos, mientras la guerra con Hamás iniciada hace dos semanas amenazaba el domingo con desencadenar un conflicto más amplio.
Israel ha cruzado fuego con el grupo miliciano libanés Hezbollah casi a diario desde que comenzó la guerra y las tensiones están disparadas en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel donde las fuerzas israelíes combaten con milicianos en campos de refugiados y han realizado dos ataques aéreos en los últimos días.
El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo a las tropas en el norte de Israel que si Hezbollah lanza una guerra, “cometerá el error de su vida. Los paralizaremos con una fuerza que ni siquiera puede imaginar y las consecuencias para ellos y el Estado libanés serán devastadoras”.
Hace días que Israel parece a punto de lanzar una ofensiva terrestre en Gaza como parte de su respuesta al letal ataque de Hamás el 7 de octubre. Se han acumulado tanques y decenas de miles de soldados en la frontera, y los líderes israelíes han aludido a una fase posterior no especificada en las operaciones.