Un informe publicado el martes por las Naciones Unidas denuncia que la violencia desatada por las pandillas en Haití han dejado más de 3.000 asesinatos y otros miles de personas heridas y víctimas de secuestro, por lo que pidió que se acelere el envío de una fuerza multinacional a la isla.
“La situación en Haití es catastrófica. Seguimos recibiendo informes de asesinatos, violencia sexual, desplazamientos y otros tipos de violencia, incluso en hospitales”, afirmó Volker Türk, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El alto diplomático citó el informe que recoge los hechos comprendidos entre entero y octubre de 2023, y en donde se refleja que los asesinatos cometidos por grupos pandilleros han dejado 3.960 muertos, 1.432 heridos y otras 2.951 que “han sido secuestradas en actos de violencia relacionados con pandillas”.
En octubre pasado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el uso de una fuerza multinacional, comandada por Kenia -sin la participación de Naciones Unidas- para asistir a las fuerzas policiales haitianas a hacer frente a las pandillas.
Poco después el parlamento de la nación africana congeló la misión, pidiendo que se cumplan primero las condiciones de entrenamiento y financiación establecidas en el momento de anunciar el envío de las tropas.
Los haitianos, en cambio desconfían de una presencia armada con anuencia de la ONU. El país caribeño estuvo libre de cólera hasta 2010, cuando las fuerzas de paz de la organización vertieron aguas residuales infectadas en un río. Más de 9.000 personas murieron a causa de la enfermedad y unas 800.000 enfermaron.
El informe de este martes se enfoca particularmente en el distrito de Bas-Artibonite, ubicado al centro de nación caribeña, a unos 100 km de Puerto Príncipe, la capital.
En Bas-Artibonite, dice el reporte, 1.694 personas fueron asesinadas hasta el mes de octubre de este año.
La violencia en Haití ha cobrado niveles alarmantes desde que hombres armados asesinaron al presidente de Haití, Jovenel Moïse, en su propia residencia de Puerto Príncipe, en julio de 2021.