La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió el sábado en la COP28 que su país aportará 3.000 millones de dólares al Fondo Verde del Clima para ayudar a los países en desarrollo “a invertir en resiliencia, energía limpia y soluciones basadas en la naturaleza”.

En su discurso como parte de la Cumbre Mundial de Acción Climática que este sábado celebra su tercera jornada y que se enmarca en la cumbre del clima de la ONU en Dubái, Harris destacó los esfuerzos del gobierno de Joe Biden en materia de acción climática, al realizar “la mayor inversión climática de la historia de nuestro país”.

La política estadounidense, que habló supliendo a Biden -que no asistió a la COP28-, recordó que atajar la crisis climática requiere una financiación de aproximadamente un billón de dólares a lo largo de los próximos diez años.

Como resultado del desembolso que EE.UU. ha hecho como parte de su Inflation Reduction Act (IRA), aprobado en 2022, “hoy estamos construyendo y ampliando en todo EE.UU. cientos de plantas de fabricación de paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías”, aseguró.

“Estamos desplegando miles de kilómetros de líneas de transmisión de alta tensión para llevar energía limpia a todos los rincones de nuestra nación”, agregó, y a la vez “estamos reduciendo las emisiones no sólo en la energía y el transporte, sino también en la industria, la agricultura, los edificios y la construcción”.

Harris alegó que su país “lidera el esfuerzo por ampliar la financiación internacional climática”, pues en este año ha aumentado sus contribuciones a más de 9.500 millones de dólares, lo que lo sitúa, según la vicepresidenta, en la senda para alcanzar el objetivo de 11.000 millones de dólares que fijó el presidente Biden para 2024.