El senador demócrata de Nueva Jersey Bob Menéndez se unió el miércoles a los miembros del Caucus Hispano del Congreso (CHC) y a otros legisladores demócratas en una conferencia de prensa para responder con su rechazo a los reportes de que el Senado y la Casa Blanca están considerando implementar una política antiinmigrante más estricta para lograr que los republicanos del Congreso aprueben un paquete suplementario de financiamiento para Ucrania, Israel y la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

Las nuevas medidas migratorias que se están negociando entre la Casa Blanca y el Senado incluyen resucitar la expulsión inmediata de inmigrantes indocumentados en la frontera sur con una medida similar al Título 42, ampliar las deportaciones aceleradas que se realizan en la frontera sur a todo el país y aumentar dramáticamente la detención de inmigrantes en las negociaciones para que el Congreso apruebe el paquete suplementario de ayuda.

Durante el evento, los legisladores criticaron a la Casa Blanca por supuestamente expresar su voluntad de resucitar una autoridad de expulsión fronteriza similar al Título 42, ampliar el uso de deportaciones aceleradas desde el interior del país y aumentar la detención de migrantes sin adjudicar sus casos, medidas que efectivamente destruirán el sistema de asilo de la nación.

El senador demócrata de California Alex Padilla, presidente del Subcomité Judicial del Senado sobre Inmigración, Ciudadanía y Seguridad Fronteriza, y la representante demócrata de California Nanette Barragán, presidenta del Caucus Hispano del Congreso, emitieron la siguiente declaración conjunta instando al presidente Biden a rechazar las políticas de inmigración de la era Trump que se están considerando en las negociaciones en curso sobre el paquete de ayuda suplementaria:

”Estamos profundamente preocupados de que el presidente considere promover políticas de inmigración de la era Trump contra las cuales los demócratas lucharon tan duramente (y contra las que él mismo hizo campaña) a cambio de ayuda a nuestros aliados que los republicanos ya apoyan. Ceder a las exigencias de estos cambios permanentes y perjudiciales en las políticas como “precio a pagar” por un paquete de gasto único y no relacionado sentaría un precedente peligroso”, indica la declaración.

“Estamos inequívocamente de acuerdo en la necesidad de que el Congreso actúe para reformar nuestro sistema de inmigración y abordar los desafíos en nuestra frontera, pero las exigencias republicanas extremas de cortar las vías legales y deportar a los residentes a largo plazo no reducirán la migración no autorizada; solo exacerbarán nuestra retos actuales”, advirtieron los legisladores hispanos del Congreso en su declaración.

El financiamiento de emergencia que está estancado en el Congreso debido a la presión de los republicanos porque se aprueben duros cambios en inmigración, es un paquete de aproximadamente $100 mil millones de dólares que incluye ayuda militar a Israel, Taiwán y Ucrania, así como dinero para reforzar la vigilancia fronteriza y contratar más funcionarios de inmigración.

La apertura de la administración a negociar cambios restrictivos en materia de inmigración con los republicanos ha enfurecido a los defensores de los inmigrantes, a los demócratas progresistas y a los legisladores hispanos del Congreso, quienes han instado a la Casa Blanca y a los demócratas del Senado a abstenerse de aceptar restricciones permanentes de asilo.

El senador Bob Menéndez también condenó la decisión de la Administración de Biden de reanudar medidas antiinmigrantes de la era Trump en un comunicado: “Es realmente vergonzoso que el presidente Biden y su administración estén considerando vender a los inmigrantes y solicitantes de asilo para aplacar a los republicanos extremistas que están poniendo en peligro nuestra seguridad nacional y la de nuestros aliados sólo para ganarse un punto político”.