La escalada de tensión en el mar Rojo protagonizó el domingo un nuevo episodio con las acusaciones de fuego cruzado entre los rebeldes chiíes hutíes del Yemen y el Comando Central Naval de Estados Unidos (CENTCOM) contra drones o buques que navegan en la zona.
Los insurgentes yemeníes acusaron hoy a EE.UU. de atacar con misiles uno de los aviones no tripulados del movimiento chií, durante una misión de reconocimiento sobre el mar Rojo, y que explotó cerca de un barco propiedad de Gabón, que resultó ileso.
Mientras, EE.UU. no se pronunció al respecto, pero a primera hora de esta jornada reportó el disparo de dos misiles antibuque hacia las rutas de comercio marítimo en el sur del mar Rojo desde zonas controladas por los hutíes, así como ataques de drones a petroleros y buques militares que no resultaron dañados.
A este tablero geopolítico se suma el Consejo de la Unión Europea (UE), que anunció hoy su intención de continuar con los trabajos sobre las “modalidades” para contribuir a la libertad de navegación en la zona para lo cual EE.UU. anunció a inicios de la semana pasada la creación de una coalición internacional.
Acusaciones y fuego cruzado
El portavoz de los rebeldes hutíes del Yemen, Mohamed Abdulsalam, afirmó en su perfil de X (antes Twitter) que “un buque de guerra estadounidense abrió fuego indiscriminadamente con múltiples armas” contra “un avión de reconocimiento perteneciente a las fuerzas hutíes” mientras “realizaba labores de reconocimiento sobre el mar Rojo”.
Según Abdulsalam, “uno de los misiles explotó cerca de un barco que se dirigía al sur del mar Rojo, perteneciente a la República de Gabón, procedente de puertos rusos”.
Hasta el momento, EE.UU. no emitió ningún comunicado sobre ello, pero esta madrugada el CENTCOM informó que en la jornada del sábado detectó el disparo de “dos misiles antibuque hutíes” hacia la zona de tránsito marítimo, sin que “ningún barco reportara recibir el impacto de los misiles balísticos”.
Este reporte coincidió con el publicado en la tarde noche de ayer por la Marina británica, que alertó de dos nuevos “incidentes” cerca del estrecho de Bab al Mandeb, próximos a los puertos yemeníes de Salef y Al Hodeida, cuando navegaban barcos petroleros, uno con bandera noruega y otro con bandera india, y que no resultaron dañados.
Alianzas por la seguridad
La postura de los hutíes y sus acciones contra barcos en el mar Rojo se recrudecieron tras el anuncio a inicios de la pasada semana por parte de Estados Unidos de la creación de una coalición multinacional para proteger la navegación marítima y el comercio internacional en la zona.
El pasado 20 de diciembre, embajadores de los Veintisiete reunidos de forma extraordinaria en el Comité Político y de Seguridad del Consejo de la Unión Europea acordaron contribuir, a través de la misión comunitaria EUNavfor Atalanta, a la operación estadounidense “Guardián de la Prosperidad”, impulsada para salvaguardar la seguridad en el mar Rojo.
“Se seguirá trabajando en el Consejo en lo que respecta a las modalidades de la contribución de la UE y sus Estados miembros a la libertad de navegación en el mar Rojo”, indicaron a EFE fuentes comunitarias.
No obstante, el sábado España dejó claro que lo que defiende es que se cree una misión específica en el mar Rojo con “alcance, medios y objetivos propios” para proteger el transporte marítimo comercial de los ataques de los hutíes, en vez de actuar a través de la misión Atalanta, impulsada por la UE en 2008 para combatir la piratería en aguas del océano Índico frente a las costas de Somalia.