Oscar Leeser, alcalde de El Paso, Texas, se encuentra habilitando espacios destinados a brindarle albergue a los miles de inmigrantes que desde hace unos días en caravana intentan cruzar todo el territorio mexicano hasta llegar a la frontera sur.
Desde hace dos días, un contingente de cerca de 10 mil indocumentados que cruzaron ilegalmente por la frontera sur de México y desde Tapachula, Chiapas, avanza lentamente con el objetivo de llegar hasta la línea limítrofe con Estados Unidos, en especifico a la zona más cerca a Texas, pues saben que, ante la imposibilidad de frenar su paso, el gobierno de dicho estado les brinda la posibilidad de desplazarlos de manera gratuita hacia otras entidades.
A decir verdad, las autoridades texanas han optado por esa descabellada opción pues prefieren que los indocumentados no permanezcan más allá de cierto tiempo en su territorio frente al temor de que su economía colapse.
Basado en ello, desde hace meses, El Paso, la sexta ciudad más grande de Texas, es utilizada como una especie de centro transferencia de indocumentados que cruzaron por otras partes de la frontera.
Una vez que son detenidos por la patrulla fronteriza en sitios como Lukeville, Arizona y Eagle Pass, las personas indocumentadas son trasladadas a El Paso donde son sometidas a un proceso de investigación y evaluación llamado procesamiento.
Posteriormente, quienes son liberados en espera de ser llamados a Corte para definir su situación en el país y no tienen dinero, son enviados a refugios operados por organizaciones benéficas, los cuales actualmente están llenos.
En este sentido, el alcalde de El Paso, previendo que las calles no se vean colmadas de indocumentados sin un techo donde resguardarse, recurrió al alquiler de habitaciones de hotel y a habilitar otros espacios como es el caso de la escuela secundaria Morehead, la cual desde el viernes se transformó en un espacio repleto de camas, esto previendo que se agoten los cuartos de hotel ante la elevada cantidad de inmigrantes que se esperan llegue en unas semanas.
“Mientras la crisis migratoria continúa desarrollándose, recordemos que nuestra humanidad se pone a prueba en la forma en que cuidamos a los vulnerables”, expresó Oscar Leeser.
De acuerdo con datos de las autoridades de El Paso, en los últimos meses, 17,531 inmigrantes han sido enviados desde ese punto a otras ciudades estadounidenses, pero su gran reto en puerta es recibir a otros cerca de 10 mil que van en caravana y en camino.