Antes de establecerse en la ciudad de Nueva York como miles de migrantes más, Abdoul, de 32 años y procedente de África occidental, tuvo una escala inesperada en su viaje: Una estadía de varias semanas en una cárcel de Texas por cargos de invasión de propiedad privada después de cruzar la frontera desde México.
“Pasé muchas horas sin dormir, sentado en el suelo”, dijo Abdoul, activista político que escapó de Mauritania por miedo a la persecución. Habló bajo la condición de que no se diera a conocer su apellido por miedo a poner en riesgo su solicitud de asilo.
A partir de marzo, Texas permitirá que la policía detenga a migrantes que ingresen ilegalmente al Estado, y les dará a los jueces locales la facultad para emitir órdenes de deportación. La nueva ley se produce dos años después de que Texas inició una operación a menor escala para arrestar a los inmigrantes por invasión de propiedad privada. Y aunque dicha medida también tenía como objetivo reducir el número de cruces ilegales, hay pocos indicios de que haya tenido éxito.
Los resultados plantean dudas sobre el impacto que tienen los arrestos para disuadir la migración mientras el estado se prepara para otorgarle a la policía mayor autoridad para detener a los migrantes por cargos de ingreso ilegal. Organizaciones defensoras de los derechos civiles ya han interpuesto demandas para frenar la nueva ley del gobernador, el republicano Greg Abbott, la cual califican de una extralimitación anticonstitucional que invade la autoridad del gobierno federal en materia migratoria.
Desde 2021, las autoridades de Texas han detenido a casi 10.000 migrantes por cargos menores de invasión de propiedad privada en virtud de lo que Abbott ha calificado como una operación de “detención y cárcel”: Los propietarios de tierras a lo largo de la frontera concretan acuerdos con el Estado para autorizar los arrestos por invasión de propiedad privada, lo que despeja el camino para que las fuerzas policiales detengan a los migrantes que ingresen al país por esos terrenos.
Los arrestos han dado pie a impugnaciones constitucionales en los tribunales, incluidos señalamientos de violaciones al debido proceso. Más recientemente, un dueño de tierras pidió a los agentes que dejen de realizar arrestos en su propiedad, asegurando que las autoridades nunca tuvieron permiso en primer lugar.
Abbott había pronosticado que las detenciones por invasión de propiedad privada darían resultados rápidos: “Cuando la gente empiece a enterarse de esto, va a dejar de cruzar la frontera de Texas”, dijo a Fox News en julio de 2021, cuando los cruces fronterizos entre México y Texas alcanzaron los 1,2 millones en ese año fiscal.
Las detenciones por invasión de propiedad son encabezadas por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, el cual señaló que la operación fronteriza del estado ha dado como resultado más de 37.000 detenciones penales. La portavoz Ericka Miller dijo que los agentes han impedido que pandilleros, traficantes de personas, agresores sexuales y otros delincuentes ingresen al país.
“De no haber estado allí, todos ellos posiblemente habrían cruzado al país sin ningún impedimento”, dijo Miller en un email. “El estado de Texas está trabajando para enviar un mensaje para que quienes buscan ingresar ilegalmente al país lo piensen dos veces”.