Rusia lanzó 122 misiles y docenas de drones contra objetivos ucranianos, indicaron las autoridades el viernes, matando al menos a 30 civiles en lo que la Fuerza Aérea de Ucrania catalogó como la mayor ofensiva aérea de la guerra.

Al menos 144 personas resultaron heridas y un número desconocido quedaron sepultadas bajo los escombros durante el ataque que se prolongó por 18 horas, indicaron las autoridades ucranianas. Entre los edificios impactados en todo el país habría un hospital de maternidad, cuadras de apartamentos y escuelas.

Las calles de Kiev, la capital ucraniana, lucían llenas de vidrios rotos y metales retorcidos. Las sirenas de los servicios de emergencia y de ataque aéreo sonaron mientras columnas de humo se elevaban hacia un cielo azul brillante.

Mientras tanto, en Polonia, las autoridades indicaron que lo que aparentemente era un misil ruso había entrado en el espacio aéreo del país el viernes por la mañana desde Ucrania para luego desaparecer de los radares.

En el ataque a Ucrania, las fuerzas aéreas interceptaron la mayoría de los misiles balísticos y de crucero, así como de drones tipo Shahed durante la noche, explicó el jefe del ejército ucraniano Valerii Zaluzhnyi.

Funcionarios y analistas occidentales habían advertido recientemente que en los últimos meses Rusia había limitado sus ataques con misiles de crucero en un aparente intento de acumular reservas para llevar a cabo ataques masivos durante el invierno, con los que buscaría quebrar la moral de los ucranianos.