Autoridades están investigando una nueva modalidad de robo en Nueva York en la que estarían involucrados migrantes de diversas nacionalidades, quienes posiblemente estén relacionados a pandillas o grupos delictivos estructurados.

Fuentes policiales citadas por el New York Post indicaron que los migrantes primero roban teléfonos de las víctimas y luego usan Apple Pay y tarjetas de crédito para realizar grandes compras en sus países de origen.

“Están comprando autos en Ecuador y Venezuela. Allí están poniendo piscinas en sus casas. Todo este dinero va y viene. Por eso los hurtos se están saliendo de control. Es increíble lo que están haciendo”, dijo la fuente policial.

Creen que las actividades están organizadas y relacionadas con pandillas, pero no están seguros de qué bandas o grupos están involucrados en este momento, dijeron las fuentes.

La megabanda criminal conocida como el Tren de Aragua, originaria de Venezuela, es una de las que están siendo investigadas en la actividad criminal, confirmaron las fuentes al Post.

El exjefe de inteligencia de la policía de Nueva York, John Miller, informó por primera vez sobre el enlace en CNN el viernes.

El Tren de Aragua, la organización criminal transnacional de más rápido crecimiento en el mundo, a causado alerta en Estados Unidos luego de que autoridades confirmaran la presencia de ciudadanos vinculados a esta organización delictiva en Chicago, Nueva York y Miami.

Hace unos días fue documentado el primer crimen cometido en Estados Unidos por el Tren de Aragua. Según The Daily Mail, miembros de la organización participaron en el asesinato de José Luis Sánchez Valera, un expolicía venezolano retirado que residía en Doral.

Las autoridades creen que algunos de los migrantes involucrados en el ataque a golpes a dos agentes de la policía de Nueva York, registrado la semana pasada, estarían relacionados con los robos de teléfonos celulares y tarjetas de crédito.

Luego de seis de los siete arrestados hasta los momentos por la golpiza fueron liberados la semana pasada, se pudo conocer que al menos cuatro de ellos usaron identidades falsas para obtener pasajes de autobús a California.

La policía tiene una idea de dónde están los hombres, pero no puede detenerlos a menos que falten a sus citas en la corte, programadas para el próximo 4 de marzo, de acuerdo con las fuentes del Post.

En un momento se dijo que los migrantes que huían habían ido a una organización benéfica religiosa para que les proporcionaba billetes de autobús al Estado Dorado, pero las autoridades ahora creen que en su lugar se utilizó dinero de los contribuyentes.

Los migrantes de la Gran Manzana reciben una identificación especial conocida como “número G” cuando llegan y se los coloca en el sistema de refugios “para rastrearlos a lo largo del sistema de refugios”. Pueden usar los números para obtener boletos para viajar a cualquier otro lugar de los EE. UU.

La policía está investigando si estos migrantes relacionados en el ataque a los agentes robaron los “números G” de otras personas y los utilizaron para obtener los pasajes a California.

Darwin Andrés Gómez Izquiel, de 19 años, Kelvin Servat Arocha, de 19 años, Juárez Wilson, de 21 años y Yorman Reverón, de 24 años, fueron acusados ​​a principios de la semana de una variedad de cargos, incluyendo asalto a un oficial de policía, asalto de pandillas, obstrucción de la administración gubernamental y alteración del orden público.

Un quinto sospechoso, Jhoan Boada, de 22 años, fue detenido el lunes por la noche. Dos sospechosos más, Yohenry Brito, de 24 años, y Jandry Barros, de 21, fueron arrestados el miércoles por la noche y acusados ​​de delitos graves de agresión y robo, dijo la policía.

Los primeros cinco hombres arrestados son originarios de Venezuela y llegaron a la ciudad a fines del año pasado. Todos ellos, excepto Boada, que no tenía una última dirección conocida, parecen vivir en refugios para inmigrantes de la ciudad. Ninguno tiene permisos de trabajo ni familiares conocidos en la ciudad, dijeron las fuentes.

Brito fue el único sospechoso que no fue puesto en libertad sin fianza. Un juez del Tribunal Penal de Manhattan ordenó el jueves que se detuviera al hombre con una fianza de $15,000 dólares en efectivo y una fianza de la compañía de seguros de $50,000 dólares.

Tanto Brito como Barros han sido arrestados anteriormente por hurto menor. Fox News señaló que ambos fueron señalados por cargos de robo debido al hurto del teléfono celular de uno de los oficiales durante el ataque.

Reverón tiene dos casos pendientes en Manhattan por asalto y robo, según el New York Post.

El New York Post aseguró que Gómez, Arocha, Juárez, y Reverón fueron los migrantes que se trasladaron a California.

El ataque captado por la cámara ha provocado una condena generalizada, no solo por parte del público sino también de algunas autoridades, especialmente luego de que en videos captados por medios presentes durante la liberación de los migrantes mostraron a los hombres saliendo de la estación policial entre risas, burlas e incluso obscenidades.