Los aliados demócratas del presidente estadounidense Joe Biden han puesto en marcha una agresiva defensa contra las controvertidas afirmaciones de un fiscal especial, según las cuales el presidente, de 81 años, no puede recordar sucesos importantes de su vida, y tratan de desestimar las acusaciones de la fiscalía de que Biden tiene una memoria demasiado débil para ser acusado de mal manejo de documentos confidenciales.
Biden estableció el tono airado horas después de la publicación del informe del asesor especial Robert Hur, desestimando las conclusiones del informe sobre su memoria e insistiendo en que no había olvidado el año en que su hijo Beau falleció, como afirmó Hur. Los demócratas del Capitolio y de todo el país pronto siguieron sus pasos.
“Los republicanos que dicen que Biden está viejo, y es lo menos sorprendente en la política estadounidense”, dijo el senador por Hawai, Brian Schatz. “Es lo único que tienen”.
Los demócratas planean responder los cuestionamientos generalizados sobre la edad y la disposición del presidente, afirmando que Biden es capaz de ser el comandante en jefe y tratando de desacreditar a las personas que lo muestran como debilitado. Un elemento clave de esa estrategia es establecer un contraste con el expresidente Donald Trump, el favorito republicano, quien ya tiene 77 años y también ha confundido hechos y nombres, al tiempo que enfrenta cuatro acusaciones judiciales y varios juicios civiles multimillonarios.
























