El gobierno de Venezuela rechazó el traslado a Estados Unidos de un avión de su propiedad que se encontraba retenido en Argentina desde el 2022 y que la justicia estadounidense pidió incautar por presuntamente mantener vínculos con el terrorismo y haber violado “sanciones y leyes de exportaciones”.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro denunció que la aeronave, que partió de Buenos Aires durante la madrugada, fue robada y acusó a Estados Unidos y Argentina de violar las normas que regulan la aeronáutica civil. Además, dice ser víctima de una serie de agresiones “delictivas” contra Venezuela.

“Venezuela libre y soberana dará una respuesta contundente, directa y proporcionada ante este ataque, para lo cual usará todos los recursos disponibles en el marco de la Constitución nacional, la diplomacia y el derecho internacional”, advirtió en un comunicado.

El Boeing 747, con matrícula YV3531, operado por la compañía venezolana Emtrasur, filial de Conviasa y que anteriormente era propiedad de la aerolínea iraní Mahan Air, estuvo inmovilizado en Argentina desde junio 2022, tras llegar de México con un cargamento de repuestos automotores.

Su tripulación, integrada por 14 venezolanos y 5 iraníes, fueron momentáneamente detenidos, sometidos a una investigación y posteriormente liberados.

En ese entonces el gobierno de Venezuela precisó que el avión de carga cumplía el itinerario entre el Aeropuerto Internacional de Ezeiza Argentina-Montevideo-Caracas, para hacer su escala técnica de abastecimiento y denunció que la autoridad aeronáutica de Uruguay revocó el permiso de sobrevuelo mientras se encontraba en el aire y se vio obligada a retornar al aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires.