El Mes de la Historia Negra, en el que se suelen reconocer los aportes de los afroestadounidenses a la historia de Estados Unidos, se ha celebrado esta semana en la capital del país centrándose en las divisiones actuales y en las elecciones de noviembre, en las que la participación de las comunidades negras será decisiva.

En la Casa Blanca, el gobierno de Biden recibió el martes a más de una veintena de familiares de iconos de los derechos civiles e importantes figuras históricas para una gala de celebración de la historia negra. La vicepresidenta Kamala Harris hizo una aparición sorpresa en la que elogió a las familias y recordó el compromiso del gobierno con las comunidades negras.

Unas horas más tarde, los republicanos celebraron una ceremonia en el barrio U Street de Washington, un lugar clave de la historia negra de la ciudad, para homenajear a antiguos funcionarios y activistas del Partido Republicano que han atraído a los votantes negros.

La Casa Blanca ha aprovechado el Mes de la Historia Negra para destacar la labor del gobierno en ámbitos prioritarios como la educación, el derecho al voto y el empleo. Los republicanos ven la oportunidad de hacerse de votos del electorado demócrata, teniendo en cuenta la menor popularidad del presidente Joe Biden entre los adultos negros y las críticas que ha recibido por la inflación y su gestión de la frontera.