El fiscal general de Justicia Estatal de Sonora (norte de México), Gustavo Salas Chávez, confirmó este lunes la muerte de un niño ecuatoriano de cuatro años y dos mujeres, una de nacionalidad peruana y otra hondureña, tras un ataque armado de sicarios contra un grupo de migrantes que se dirigían a la frontera con Estados Unidos.
En declaraciones a periodistas, Salas negó las informaciones que habían señalado en un inicio que la cifra de fallecidos habría sido de 50.
“No existió jamás ese número de personas, ni siquiera que hubieran transitado por la zona en ese momento. Lamentablemente, sí tenemos que confirmar la noticia del deceso de tres personas, un menor y dos mujeres”, reconoció el fiscal de Justicia en Sonora.
Los hechos ocurrieron en la noche del pasado 15 de febrero cuando varias camionetas salieron del poblado de La Reforma con rumbo a la línea internacional para que decenas de migrantes suramericanos cruzaran de manera irregular hacia los Estados Unidos.
Salas indicó que las investigaciones preliminares han establecido que tres vehículos, con entre 11 y 14 migrantes cada uno, fueron atacados por sujetos fuertemente armados.
Por el momento, afirmó el fiscal, el Ejército mexicano ha detenido a ocho personas con armas de grueso calibre, que están siendo investigadas por su probable participación en el ataque a los migrantes.
Asimismo, agregó que hay otras víctimas heridas que también están detenidas, porque aparentemente eran las personas que estaban trasladando a los migrantes hacia la frontera y quienes están siendo investigados por la Fiscalía General de la República por el delito de tráfico de personas.
El ataque armado ocurrido se produjo en el camino entre los municipios de Altar y Sáric, a 50 kilómetros de la frontera estadounidense, en una ruta utilizada para llevar a personas y familias indocumentadas a través del desierto hacia Arizona (Estados Unidos).