Una investigación que ordenó el gobierno de la ciudad de Uvalde sobre la masacre en la Escuela Primaria Robb no responsabilizó a los agentes de la policía local y defendió la manera en que actuaron, a pesar de que en el documento divulgado el jueves se reconocen una serie de errores durante la fallida respuesta al ataque de 2022 en el que 19 niños y dos maestras fueron asesinados.

Indignados, varios familiares de las víctimas abandonaron el recinto a mitad de la presentación en la que se describió que la respuesta de los agentes del Departamento de Policía de Uvalde fue pronta y apropiada, en contraste con los duros y extensos informes estatales y federales anteriores, los cuales criticaron a las agencias policiales en todos los niveles.

El investigador que presentó el informe culpó a las familias que se presentaron a toda prisa en las instalaciones de la escuela aquel día de poner en riesgo la respuesta policial, ante lo cual varios familiares se pusieron furiosos, y algunos de ellos salieron del lugar. A las fuerzas policiales les tomó más de una hora entrar en el aula y abatir al agresor, incluso mientras los niños dentro de los salones de clase llamaban al número de emergencias 911 para suplicar que la policía los rescatara.

”Usted dijo que lo hicieron de buena fe. ¿A usted le parece que eso es buena fe? Estuvieron ahí parados 77 minutos”, dijo Kimberly Mata Rubio, cuya hija fue asesinada en el ataque, al finalizar la presentación.