Un fiscal especial que sostuvo una relación sentimental con la fiscal de distrito del condado Fulton, Fani Willis, se retiró formalmente el viernes del caso de interferencia electoral de Georgia contra Donald Trump después de que un juez dictaminara que tenía que irse o Willis no podría proseguir con los cargos.

La renuncia del fiscal Nathan Wade permite a Willis permanecer en el más extenso de los cuatro casos penales contra el virtual candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2024.

Pero el daño a largo plazo a la percepción del público sobre el enjuiciamiento sigue sin estar claro, sobre todo a la luz del incesante aluvión de ataques de Trump a la pareja que se comprometió a hacer que Trump rinda cuentas, pero encontró que sus propias acciones estaban bajo el microscopio de la opinión pública.

Wade presentó su dimisión en una carta a Willis, diciendo que lo hacía “en interés de la democracia, en compromiso con el público estadounidense y para que este caso avance lo más rápidamente posible”.

”Estoy seguro de que el caso, y el equipo, estarán en buenas manos de aquí en adelante y se hará justicia”, escribió Wade.