Los panameños van a las urnas el domingo para escoger al nuevo presidente de los próximos cinco años, con la sombra del exmandatario Ricardo Martinelli sobrevolando la candidatura del favorito en las encuestas y con los dos grandes desafíos de la migración y las dificultades económicas en el horizonte nacional.
Después de que el viernes en la madrugada, apenas dos días antes de las elecciones, se despejara la incertidumbre de si el candidato que lidera las encuestas, José Raúl Mulino, podía finalmente postularse, tres millones de ciudadanos están convocados a unos comicios en los que también se renovará el Legislativo unicameral, alcaldías y cientos de cargos locales.
Mulino, quien reemplazó como candidato de Realizando Metas y Alianza al expresidente Ricardo Martinelli por su inhabilitación debido a una condena por blanqueo de capitales, estará en la papeleta y, a juzgar por las encuestas de intención de voto, podrá contar con el respaldo que aún concede una parte de la población al exmandatario.
Mulino está 20 puntos arriba sobre los tres aspirantes que se disputan el segundo lugar en preferencias.