Un cohete con el que Corea del Norte intentaba poner en órbita su segundo satélite espía explotó poco después de su lanzamiento del lunes, informó la prensa estatal, en lo que significa un traspié para las esperanzas del mandatario Kim Jong Un de establecer una red de satélites para vigilar a Estados Unidos y Corea del Sur.
El lanzamiento fallido del lunes se produjo horas después de que los gobernantes de Corea del Sur, China y Japón se reunieron en Seúl para su primer encuentro trilateral en más de cuatro años. Es sumamente inusual que Pyongyang lleve a cabo acciones provocadoras cuando Beijing, su principal aliado y conducto económico, se encuentra involucrado en labores diplomáticas de alto nivel en la región.
El lanzamiento desató críticas de los vecinos de Corea del Norte ya que Naciones Unidas le tiene prohibido llevar a cabo este tipo de lanzamientos, a los que considera como una cubierta para el ensayo de tecnología para misiles de largo alcance.
La Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) señaló que el país lanzó un satélite espía a bordo de un nuevo cohete desde su principal centro espacial, ubicado en el noroeste del territorio. Pero la agencia añadió que el cohete explotó durante un vuelo de la primera etapa poco después del lanzamiento debido a un posible problema con el motor.