Seis personas murieron y más de 100 resultaron heridas el domingo en ataques ucranianos con drones y misiles, según informaron autoridades rusas, mientras que una bomba rusa arrojada contra Járkiv, en el noreste de Ucrania, mató por lo menos a una persona.
Entre los muertos por el ataque ucraniano había cinco personas —entre ellas dos niños— que fueron alcanzadas por los restos de misiles ucranianos derribados sobre una zona costera de Sebastopol, una ciudad portuaria en la Crimea anexionada por Rusia, dijo Mikhail Razvozhayev, el gobernador de la ciudad nombrado por Moscú. Otra persona murió en la ciudad de Grayvoron, en la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, según informó el gobernador regional, Vyacheslav Gladkov.
Razvozhayev dijo que 151 personas resultaron heridas en Sebastopol. La caída de fragmentos de cohetes provocó un incendio forestal de más de 150 metros cuadrados (1.600 pies cuadrados) y prendió fuego a un edificio residencial, según RIA Novosti, que señaló que un quinto misil había explotado sobre la ciudad.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que tanto Ucrania como Estados Unidos eran “responsables de un ataque deliberado con misiles contra civiles”. Señaló que en el ataque ucraniano se utilizaron misiles ATACMS suministrados por Estados Unidos.