Algo extraordinario ocurrió en Guatemala 15 meses después que Marta Raymundo, una mujer de 22 años procedente de ese país, fuera hallada muerta cerca de una carretera de Texas, en Estados Unidos.
En la mañana del 2 de agosto de 2022, policías y fiscales guatemaltecos con el apoyo de agencias del gobierno de EE.UU. arrestaron a 19 personas en varias operaciones sorpresivas en diferentes puntos del país centroamericano, incluida un área montañosa próxima a la frontera con México a donde llegaron protegidos por helicópteros.
Los detenidos eran sospechosos de integrar una organización de “coyotes” que introducía migrantes sin papeles en EE.UU. a través de México, cobrándoles cerca de US$10.000 a cada uno por la travesía terrestre.
Entre ellos había cuatro hombres requeridos por EE.UU. como miembros de esa organización criminal y como responsables de la muerte de Marta Raymundo, a quien llevaron por el desierto a Texas junto con otros migrantes sin papeles hasta que falleció en condiciones inhumanas.
Su cuerpo fue abandonado en el camino.
Las extradiciones de los cuatro guatemaltecos a EE.UU. en marzo del año pasado fueron calificadas como “históricas” por Washington, al ser las primeras hechas desde Guatemala por cargos de contrabando humano con resultado de muerte.
Todos ellos se declararon culpables en una corte de Texas y fueron sentenciados a penas de entre 10 y 30 años de prisión. Otros dos individuos también fueron arrestados y condenados en relación a este caso.
A lo largo de ese proceso, desde el apoyo a las autoridades guatemaltecas para arrestar a los sospechosos hasta su extradición y juicio, intervino un grupo especial de EE.UU. creado por el gobierno de Joe Biden para perseguir las redes de traslado clandestino de migrantes en Centroamérica y México.
Su nombre es Fuerza de Tarea Conjunta Alpha (JTFA, por sus siglas en inglés) y su nueva misión es expandir sus labores hasta la frontera de Colombia y Panamá, por donde pasa un creciente flujo de migrantes desde Sudamérica a través de la selva del Darién hacia EE.UU.
“Hemos decidido que realmente necesitamos llevar esta lucha aún más al sur”, dice Jim Hepburn, codirector de la JTFA, a BBC Mundo.
Pero, ¿en qué consiste este grupo operativo y qué resultados ha tenido hasta ahora?
“Perseguir al mando”
Hepburn explica que la fuerza conjunta Alpha tiene su foco en organizaciones que operan al sur de la frontera de EE.UU. para introducir clandestinamente inmigrantes en el país.
“Nuestro objetivo es perseguir al mando, a los líderes de estas organizaciones”, asegura.
El grupo se formó en junio de 2021 para compaginar las investigaciones y acusaciones de los departamentos de Justicia y Seguridad Interior de EE.UU. contra esas mafias, involucrando desde fiscales federales en el sur del país hasta agentes de la Patrulla Fronteriza, el FBI y la agencia antidrogas DEA.
Además, en coordinación con el Departamento de Estado, buscaron desde el inicio mejorar la coordinación con los gobiernos de México, Guatemala, Honduras y El Salvador para desarticular redes de tráfico ilícito de migrantes.
La novedad fue que comenzaron a trabajar “bajo una unidad de propósito, desde la perspectiva de una organización que puede recopilar pruebas e inteligencia y orientar los casos para su enjuiciamiento”, dice Ian Hanna, el otro codirector de la JTFA y funcionario del Departamento de Justicia, al igual que Hepburn.
El grupo fue creado por EE.UU. en un momento en el que las detenciones de extranjeros en la frontera con México crecían hasta niveles nunca vistos en más de una década y la inmigración irregular se afianzaba como uno de los asuntos políticos más sensibles en Washington.
En sus primeros tres años de existencia, la JTFA logró más de 300 arrestos domésticos e internacionales, así como más de 240 condenas en EE.UU., de acuerdo a un reciente balance oficial.
Respecto a 2020, las acusaciones por tráfico ilícito de extranjeros en EE.UU. aumentaron cerca de 25%.