Estados Unidos y Rusia completaron el jueves su mayor intercambio de prisioneros en la historia postsoviética, con la liberación por parte de Moscú de los periodistas Evan Gershkovich y Alsu Kurmasheva, junto a su compatriota estadounidense Paul Whelan en un acuerdo multinacional que excarceló a más de 20 de personas.

El intercambio se produjo tras años de negociaciones secretas por canales secretos a pesar de que las relaciones entre Washington y Moscú están en su punto más bajo, tras la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin en febrero de 2022.

Las condenas de Gershkovich, reportero del Wall Street Journal y Kurmasheva, de Radio Free Europe/Radio Liberty, medio de comunicación de la Agencia de EEUU para los Medios Globales (USAGM),

habían sido denunciadas como una “farsa” por varios organismos internacionales de prensa.

“Hace unos momentos, las familias (de los liberados) y yo pudimos hablar con ellos por teléfono desde la Oficina Oval. Hoy temprano volaron a Turquía y pronto despegarán en camino a casa para ver a sus familias. Es un alivio increíble”, dijo a periodistas el presidente de EEUU, Joe Biden, acompañado por familiares de los excarcelados, entre ellos, las dos hijas de Kurmasheva. El presidente le cantó feliz cumpleaños a la más pequeña durante la rueda de prensa.

Biden aseguró que la liberación de estas personas “fue una hazaña diplomática y amistad” y agradeció a los aliados de EEUU que acompañaron las “difíciles y complejas” negociaciones para lograr este resultado, entre ellos, Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega y Turquía.

El histórico canje permitió la excarcelación de 16 prisioneros: cuatro estadounidenses, cinco alemanes y siete ciudadanos rusos “presos políticos en su propio país”, indicó el presidente.

“Este es un poderoso ejemplo de por qué es vital tener amigos en este mundo en quienes se puede confiar y de los que se puede depender. Nuestras alianzas hacen que los estadounidenses estén más seguros”, había insistido antes Biden en un comunicado publicado por la Casa Blanca.

Ante preguntas de reporteros sobre un posible diálogo con el mandatario ruso Vladimir Putin, Biden aseguró que “no necesitaba hablar” con él y aseguró que su administración seguirá haciendo todo lo posible por traer de vuelta a todos los estadounidenses detenidos injustamente en el exterior.