Estados Unidos y 10 países de América Latina rechazaron el viernes “categóricamente” la certificación de la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio por parte del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela y reclamaron una auditoría imparcial de todos los votos.

En tanto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, uno de los mayores aliados de Maduro en la región junto a sus pares de Brasil y Colombia, dijo que su gobierno esperará a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas electorales para decidir si reconoce al presidente venezolano como ganador. “Al parecer el tribunal le pide al Consejo Electoral a que se dé a conocer las actas, entonces vamos a esperar,” afirmó López Obrador.

El presidente colombiano Gustavo Petro ha guardado silencio sobre la decisión del Tribunal, pero el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, insistió el viernes que continúan con Brasil y México en diálogos sobre cómo mediar en la tensa situación de Venezuela. “Ustedes conocen los pronunciamientos que hemos hecho conjuntamente… nos mantenemos en esta posición y vamos a seguir en estas consultas”, señaló a la prensa.

La secretaría de la Organización de los Estados Americanos (OEA), encabezada por el uruguayo Luis Almagro, se sumó a las críticas y rechazó “rotundamente” el fallo del tribunal de la víspera. A su vez afirmó que “resulta a todas luces evidente” que Maduro “judicializó el proceso electoral con miras a buscar un sello de ‘legitimidad’ por parte de un tribunal parcializado”, lo que calificó de “burdo”.

“Reconocer como válidos los resultados del CNE con base en la sentencia del TSJ es convalidar un fraude electoral y dar la espalda al pueblo venezolano que, en medio de una brutal ola de represión, ha continuado reclamando por su derecho a vivir en libertad”, dijo la secretaría de la OEA, para la que “el único camino para Venezuela es el de la Justicia Internacional de la Corte Penal Internacional”.

Por su lado, los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay cuestionaron en un comunicado conjunto el anuncio del tribunal que, según apuntaron, dijo “haber concluido una supuesta verificación de los resultados” difundidos por el CNE.