El presidente más popular de la historia reciente de México inició el domingo su despedida con un baño de masas en el Zócalo capitalino donde enumeró los avances sociales de su sexenio, minimizó la violencia que sigue azotando al país y hasta llevó a cabo una simbólica votación sobre la reforma del Poder Judicial, su propuesta más controvertida y que está lista para ser votada en el Congreso, que inicia sesiones por la tarde.

“Me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento”, dijo Andrés Manuel López Obrador, quien dejará su cargo el 30 de septiembre para retirarse por completo de la política.

La gran victoria en las elecciones de junio, en las que su sucesora Claudia Sheinbaum ganó con casi el 60% de los votos, borró cualquier oportunidad para la autocrítica y en sus más de dos horas de discurso enumeró los resultados de lo que calificó como “democracia verdadera”.