Una enfermera venezolana pagó $3,000 dólares por un trámite migratorio en Estados Unidos y descubrió que había sido víctima de una estafa desde una cárcel en Venezuela.

Gustavo Cortés, el cerebro detrás del fraude, confesó que todo se organizó desde el peligroso penal de Tocuyito, donde cumple una condena de 55 años por homicidio, extorsión y lavado de dinero, señala Univision.

Las víctimas, desesperadas por regularizar su estatus migratorio, pagaron miles de dólares creyendo que sus casos estaban siendo procesados legalmente.

La enfermera, una de las muchas víctimas, relató cómo fue engañada con promesas de trámites rápidos y seguros.

“Me enviaron documentos falsos y me hicieron creer que todo estaba en orden”, comentó a Univision. “Yo le decía a mi esposo ‘creo que nos están mintiendo’ y él me decía ‘créele a Dios’”, declaró.

Las autoridades alertaron sobre el aumento de este tipo de estafas, especialmente con el uso de tecnologías digitales.