Israel avanzó el miércoles en dos frentes, con una incursión terrestre en Líbano contra Hezbollah en la que murieron ocho soldados israelíes, y ataques en Gaza, que mataron a decenas de personas, incluidos niños. Mientras Israel prometía tomar represalias por el ataque con misiles balísticos perpetrado por Irán un día antes, la región se preparaba para una nueva agudización del conflicto.
Irán, que respalda a Hezbollah y a los combatientes de Hamás que controlan el enclave palestino de la Franja de Gaza, lanzó docenas de misiles contra Israel el martes por la noche, otra intensificación en un ciclo de ataques y represalias que está acercando al Oriente Medio a una guerra regional. Israel advirtió que el ataque tendría “repercusiones”.
El ejército israelí indicó que siete soldados murieron en dos ataques separados perpetrados por Hezbollah en el sur de Líbano, sin dar más detalles. Estas muertes ocurrieron tras el anuncio del primer fallecimiento israelí en combate en Líbano desde el inicio de la incursión: un capitán de brigada de 22 años. Otros siete soldados resultaron heridos.
Las muertes se dieron a conocer en vísperas de Rosh Hashana, el año nuevo judío, y fueron algunas de las mayores bajas sufridas por las fuerzas israelíes en meses.