A tres semanas de que finalice la campaña presidencial, la demócrata Kamala Harris dedica la mayor parte de sus días a tratar de afianzar su apoyo en los estados del “muro azul”, integrado por Pensilvania, Michigan y Wisconsin, mientras trata de no repetir el colapso de Hillary Clinton en esa región hace ocho años.
El lunes, la vicepresidenta realizó un acto de campaña en una pista de hockey de Erie, Pensilvania, donde criticó al candidato republicano Donald Trump calificándolo de “trastornado”. El martes, visitó una galería de arte en Detroit con los actores Don Cheadle, Delroy Lindo y Cornelius Smith. Jr. y después, grabó una asamblea ciudadana radiofónica con Charlamagne tha God.
El miércoles, Harris volvió a Pensilvania para enfatizar su lealtad a la Constitución, a unos cuantos pasos de la orilla del río Delaware, donde George Washington cruzó con sus tropas en un momento decisivo de la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Su ritmo no disminuirá en lo que queda de la semana. Se espera que realice tres eventos en Wisconsin el jueves, entre ellos uno con estudiantes de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, y tres más en Michigan el viernes. Posteriormente, realizará eventos de campaña en Detroit el sábado.