Silvia Pinal murió la tarde de este 28 de noviembre a los 94 años en un hospital de la Ciudad de México. La primera actriz había permanecido hospitalizada desde el pasado 21 de noviembre.

De acuerdo con información de la periodista María Luisa Valdéz Doria falleció a las 5:50 p.m. hora local.

TelevisaUnivision, televiso a la que perteneció durante décadas, confirmó el fallecimiento de la primera actriz con un comunicado de prensa.

¿De qué murio Silvia Pinal?

La diva del cine mexicano fue internada a causa de una infección en las vías urinarias. Al paso de los días, también contrajo “una bacteria” que logró superar.

Estaba previsto que Silvia Pinal fuera de alta el miércoles 27, pero comenzó a presentar “complicaciones”: “Ha derivado en algunas complicaciones como arritmia cardiaca, presión baja y presenta problema para deglutir, ella no puede pasar los alimentos de manera fácil por lo tanto corre riesgo de brocoaspirar en cualquier momento”, reportó Daniel Aguilar para Ventaneando.

La mañana del jueves la periodista María Luisa Valdez informó que el estado de salud de la también productora era “grave” y que su familia se encontraba reunida en el hospital ante el estado crítico de la primera actriz.

Silvia Pinal: La Diva de la Época de Oro del Cine Mexicano

Fue una de las estrellas de cine más trascendentes de la llamada ‘Época de Oro del Cine Mexicano’ y la que tuvo la carrera más longeva. Silvia Pinal fue la cabeza de una dinastía de actrices y también una de las figuras más memorables del mundo del espectáculo, no solo en México, sino en todo el mundo de habla hispana. Su muerte marca el cierre de toda una era.

Nacida en Guaymas, Sonora, en 1931, inició su carrera como actriz teatral a los 15 años de edad cuando conoció y posteriormente se casó con el actor y director Rafael Banquells, de quien aprendió el oficio y con quien tuvo a su primera hija, Sylvia Pasquel.

Su debut cinematográfico tuvo lugar en 1948, en la película ‘Bamba’, de Miguel Contreras Torres. Llamó la atención por su belleza y su habilidad histriónica, dos cualidades que la llevaron a ser muy pronto una revelación en el cine. Seguirían ‘El pecado de Laura’ (1948), y ‘Puerta… joven’ (1949), en la que trabajó al lado de Mario Moreno ‘Cantinflas’. El mismo año apareció al lado de Pedro Infante en ‘La mujer que yo perdí’.

También hizo mancuerna con Germán Valdés ‘Tin Tan’ en dos películas: ‘El rey del barrio’ y ‘La marca del zorrillo’, que contribuyeron a convertirla en una estrella, apareciendo en filmes como: ‘Por ellas, aunque mal paguen’, ‘Un rincón cerca del cielo’ o ‘El inocente’ (1955), en la que compartió créditos con Infante y la legendaria Sara García. En 1957 viaja por primera vez a España, donde filma ‘Las locuras de Bárbara y Charlestón’.

Estrella internacional del cine

Como la novicia Viridiana, un personaje que interpretó con dulzura y ambigüedad, Silvia fue la sensación del Festival de Cannes, donde ella y Alatriste llevaron la película prácticamente a escondidas, huyendo de la censura franquista.

Poco después causó un gran impacto con su elegante personaje de Leticia ‘La Valkiria’, una enigmática aristócrata, que le permitió destacar en el reparto coral de ‘El Ángel exterminador’, donde figuraban algunos de los mejores actores mexicanos de su época como Enrique Rambal, Lucy Gallardo, Jacqueline Andere, Claudio Brook y Ofelia Guilmáin.

Pero donde demostró tener cualidades de una actriz madura, fue en su atrevida, divertida y maliciosa encarnación del mismísimo Diablo en ‘ Simón del desierto’, donde hace un desnudo parcial y hasta baila twist, sin pudor alguno.