Donald Trump dejó entrever el domingo que su nuevo gobierno podría intentar recuperar el control del Canal de Panamá que Estados Unidos cedió “tontamente” a su aliado centroamericano, argumentando que a los barcos se les cobran tarifas “ridículas” para pasar por el vital canal de transporte que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
El presidente conservador panameño José Raúl Mulino, elegido en abril con base en una campaña proempresarial, rechazó rotundamente esa idea, llamándola un agravio a la soberanía de su país.
El presidente electo republicano hizo su comentario durante su primer gran mitin desde que ganó la Casa Blanca el 5 de noviembre, disfrutando de su regreso al poder mientras una enorme audiencia de conservadores lo aclamaba. Fue una muestra de unidad partidista en contraste con un reciente forcejeo presupuestario en el Capitolio, donde algunos legisladores republicanos desafiaron abiertamente las peticiones de su líder.
Dirigiéndose a sus simpatizantes en el evento conservador AmericaFest de la organización Turning Point USA en Arizona, Trump prometió que su “gabinete de ensueño” proporcionará una economía en auge, sellará las fronteras estadounidenses y resolverá rápidamente las guerras en Oriente Medio y Ucrania.
”Puedo proclamar con orgullo que la Edad de Oro de Estados Unidos está por llegar”, declaró Trump. “Hay un espíritu que tenemos ahora que no teníamos hace poco tiempo”.
Su presentación culminó una reunión motivacional de cuatro días que atrajo a más de 20.000 activistas y proyectó una imagen de cohesión republicana a pesar de la turbulencia de la semana pasada en el Congreso en Washington, al que Trump le envió mensajes desde su mansión de Mar-a-Lago en Florida mientras los legisladores trabajaban para evitar un cierre del gobierno antes de la Navidad.
Los republicanos de la Cámara de Representantes rechazaron un acuerdo bipartidista después de que Trump y Elon Musk, su aliado multimillonario, expresaran su oposición en redes sociales. Los defensores de la disciplina presupuestaria desoyeron la solicitud de Trump de elevar el tope de la deuda nacional, lo que habría evitado algunas nuevas rondas de la misma disputa después de que asuma el cargo el 20 de enero de 2025, en un momento en que los republicanos controlan la Cámara de Representantes y el Senado por escaso margen. El acuerdo final no abordó el problema y no hubo cierre.
En sus declaraciones en Phoenix, Trump no mencionó el drama del Congreso, aunque sí hizo referencia al creciente poder de Musk. Ante las insinuaciones de que “el presidente Trump ha cedido la presidencia a Elon”, Trump manifestó rotundamente: “No, no. Eso no está sucediendo”.
“Él no va a ser presidente”, declaró Trump.
El presidente electo comenzó el discurso diciendo que “queremos tratar de unir a todos. Vamos a intentarlo. Realmente vamos a darle una oportunidad” a eso. Luego dejó entrever que los demócratas han “perdido su confianza” y están “desconcertados” después de las elecciones, pero a la larga “vendrán a nuestro lado porque queremos tenerlos”.