Un avión de la aerolínea estatal aterrizó en Venezuela el jueves por la noche con 177 migrantes venezolanos que estaban detenidos en la base naval de Guantánamo y que fueron trasladados hasta Honduras, donde fueron entregados a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.

El grupo de hombres, sin esposas, vestidos con ropa deportiva gris y cubrebocas rojos, bajaron en fila del avión de la aerolínea estatal Conviasa, pasadas las 10 de la noche, hora local; y fueron recibidos por el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, quien precisó que todos recibirían atención médica y que revisarían si tienen causas penales en el país.

La estatal Venezolana de Televisión trasmitió imágenes en vivo de Cabello dentro del avión saludando a los migrantes, que cantaron el Himno de Venezuela.“Fuimos secuestrados en ese lugar”, se le escuchó decir a uno de los deportados.

Cabello aseguró este viernes que tras una primera revisión se determinó que 38 personas del grupo que llegó a Venezuela tienen “algún registro policial”, lo que, según dijo; no quiere decir que todos sean “delincuentes buscados”.

Además, agregó que una persona tiene código rojo de Interpol por un delito que cometió en Ecuador, y precisó que solicitarán el expediente a ese país.

“Insisto, el Tren de Aragua es una vil narrativa contra nuestro país que ahora se le revierte a quienes impulsaron esa narrativa”, reiteró en referencia a las acusaciones de Washington de que varios de los inmigrantes regresados tienen relación con la peligrosa pandilla.

El gobierno venezolano, que insiste en haber desmantelado al Tren de Aragua, designado esta semana por EEUU como una organización terrorista; aseguró que sus connacionales fueron llevados injustamente a Guantánamo.

De acuerdo con un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, entre los 177 deportados hay 126 personas con cargos o condenas penales.

Según dijo, 80 supuestamente estaban afiliados al Tren de Aragua, una organización criminal que nació en una cárcel venezolana y que se expandió por la región. De acuerdo al portavoz, 51 de los deportados no tienen antecedentes penales.

Durante el recibimiento a los deportados, Cabello insistió en que los venezolanos regresaron al país tras negociaciones con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“No es esto ningún gesto de impunidad, porque quien tenga algún expediente, alguna causa abierta, tiene que responder a la justicia”, reiteró.

El regreso de los venezolanos tuvo lugar después de que la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda la semana pasada en la que solicitaba acceso a docenas de inmigrantes trasladados a la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, alegando que se les estaba negando el derecho a un abogado.

El 10 de febrero, un primer grupo de 190 migrantes irregulares venezolanos deportados desde Estados Unidos fueron trasladados a Venezuela. El gobierno de Maduro dijo que ninguno de los ciudadanos formaba parte del Tren de Aragua y que solo 17 tenía “cuentas” pendientes con la justicia.

Los vuelos de repatriación reiniciaron 10 días después de un encuentro en Caracas entre Maduro y Richard Grenell, enviado especial de Trump.

En esa reunión, según se anunció, Venezuela aceptó recibir a todos los inmigrantes irregulares venezolanos capturados en Estados Unidos.