Dos grupos ilegales enemigos que se enfrentan desde enero en el noreste de Colombia cometieron múltiples violaciones de derechos humanos, entre ellas, asesinatos selectivos en las que varias de las víctimas fueron civiles, advirtió el miércoles la organización internacional Human Rights Watch.
En enero, la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) lanzó una incursión violenta en el Catatumbo para disputar el control del territorio fronterizo con Venezuela con el “Frente 33”, una de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogió al acuerdo de paz firmado entre la guerrilla y el Estado en 2016.
La Gobernación de Norte de Santander, donde se ubica el Catatumbo, reportó el homicidio de 94 personas desde el 16 de enero —cuando inició la ola de violencia— hasta el 24 de marzo, fecha del último reporte disponible. Entre las víctimas, hay seis firmantes de paz de las extintas FARC, cuatro menores de edad y tres líderes sociales. Más de 56.000 personas se han desplazado forzosamente.
“Son asesinatos selectivos, van dirigidos a personas que ELN, en muchos casos, acusa de estar asociadas con el Frente 33, pero la evidencia que nosotros tenemos es que muchas de esas personas, esas víctimas, serían civiles”, dijo a The Associated Press Juan Pappier, investigador de la División de las Américas de HRW.