El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido temporalmente por Elon Musk, recibió permiso para acceder a un sistema altamente sensible del Departamento de Justicia que contiene información que incluye las direcciones e historias clínicas de millones de inmigrantes legales e indocumentados, según documentos obtenidos por The Washington Post.

De acuerdo al medio, un equipo de cerca de media docena de asesores del DOGE tendrá acceso al Sistema de Tribunales y Apelaciones de la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Casos de Inmigración (ECAS), manejado por el Departamento de Justicia de EE.UU., que almacena los datos de los inmigrantes que han interactuado con el sistema de inmigración estadounidense.

Entre la información que tiene el ECAS se encuentran los nombres, las direcciones, los testimonios ante las cortes de inmigración, y sus interacciones con las fuerzas del orden, entre otros detalles de inmigrantes tanto documentados como sin estatus legal.

A decir por expertos, se trata de un último intento de acceder al sistema del Departamento de Justicia es el último intento de la administración Trump de hurgar más profundamente en datos federales para avanzar en los agresivos esfuerzos de deportación del presidente.

Esta no es la primera vez que el criticado DOGE ha buscado datos sensibles sobre inmigrantes, la semana pasada solicitó, junto al Departamento de Seguridad Interna, información sensible de las bases del sistema de salud pública de EE.UU. para ayudar a las autoridades de inmigración a localizar indocumentados.

El mes pasado una jueza federal bloqueó temporalmente el acceso a los miembros de este departamento a la información personal de los estadounidenses en los sistemas de la administración de la Seguridad Social.

La orden judicial está relacionada con la concesión a diez personas afiliadas al DOGE del acceso sin restricciones a dichos registros de millones de estadounidenses.

La información contenida en esos registros incluye números de la Seguridad Social, historial médico y de salud mental personal, información fiscal y del permiso de conducir, datos de cuentas bancarias, historial de ingresos, domicilios particulares y laborales, registros de nacimiento y matrimonio y de inmigración y/o naturalización, entre otros.

La escala a la que DOGE busca interconectar datos, incluidos datos biométricos sensibles, nunca se ha realizado antes, lo que genera alarma entre los expertos que temen que pueda conducir a violaciones de la privacidad de los ciudadanos, los trabajadores extranjeros certificados y los inmigrantes indocumentados.