Un ataque con drones rusos sobre Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, dejó 47 personas heridas, dijeron las autoridades locales. El presidente Volodymyr Zelenskyy lanzó un llamado a un apoyo más decisivo por parte de los aliados de Kiev.
Los drones alcanzaron 12 ubicaciones de la ciudad a última hora del viernes, explicó el alcalde, Ihor Terekhov. Edificios residenciales, infraestructura civil y vehículos sufrieron daños en el asalto, señaló el gobernador de la región de Járkiv, Oleh Syniehubov.
La Fiscalía de Járkiv informó el sábado que las fuerzas rusas utilizaron drones con ojivas termobáricas. En un comunicado en Telegram, indicó que las armas termobáricas crean una potente onda expansiva y una nube de humo caliente, causando destrucción a gran escala. El uso de este tipo de armamento podría indicar una violación deliberada del derecho humanitario internacional, agregó.
“Mientras el mundo duda con las decisiones, casi todas las noches en Ucrania se convierten en una pesadilla que se cobra vidas. Ucrania necesita una defensa aérea reforzada. Se necesitan decisiones firmes y reales de nuestros socios: Estados Unidos, Europa, todos nuestros socios que buscan la paz”, escribió en X en la madrugada del sábado.