Las operaciones del Servicio de Control de Inmigración de Aduanas (ICE) no cesan y durante una redada llevada a cabo en la ciudad de Lowell, Massachusetts, detuvieron a 11 inmigrantes de origen ecuatoriano que, sin la documentación necesaria, trabajaban para una compañía dedicada a brindarle mantenimiento a techos de casas y edificios.

Durante el operativo, el personal del ICE recibió apoyo de oficiales de la Administración de Control de Drogas (DEA) y la de Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).

Al inicio de la presente administración federal se mencionó que el trabajo del ICE se centraría en detener a inmigrantes considerados una amenaza para la sociedad en gran parte por arrastrar antecedentes policiacos.

Sin embargo, a medida que la presión del presidente Donald Trump se ha incrementado para elevar las cifras de inmigrantes detenidos y enviados de regreso a sus naciones de origen o bien a terceros países, los grupos a detener son más amplios.

Con respecto al operativo de Lowell se desconocen los nombres de los detenidos y si su detención resultó fortuita o bien existía una denuncia que originó la detención.

Cabe señalar que la ley federal les exige a los empleadores verificar la identidad y elegibilidad laboral de todas las personas que contratan mediante el Formulario I-9 de Verificación de Elegibilidad de Empleo.

En este sentido, el ICE utiliza el programa de inspección conocido como I-9 para promover el cumplimiento de estos requisitos y disuadir el empleo de trabajadores no autorizados.

“Estas inspecciones se encuentran entre las herramientas más eficaces del gobierno federal para hacer cumplir las leyes laborales estadounidenses”, señaló el ICE en un escueto comunicado.

Algunas organizaciones defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos han denunciado que los agentes migratorios primero están ingresando a los centros de trabajo para buscar al azar a extranjeros carentes de estatus legal y, una vez detenidos, es cuando empiezan a investigarlos para ver si arrastran algún récord delictivo, lo cual facilitaría su deportación.

Hasta el momento, la deportación más grande de inmigrantes anunciada por Donald Trump se ha visto limitada por los fallos de varios jueces y también por la falta de más personal para realizar dicha tarea.