La escasez de dólares y el alto precio de la divisa en el mercado paralelo en Bolivia reactivaron el miércoles las protestas de comerciantes y transportistas de combustible en un marco de creciente conflictividad social de cara a las elecciones presidenciales de agosto.
Centenares de comerciantes cerraron sus negocios y marcharon por el centro de La Paz exigiendo al presidente Luis Arce medidas urgentes. “Arce… el pueblo tiene hambre” y “Arce incapaz. ¿Por qué no te vas?”, gritaban los comerciantes mientras golpeaban sus ollas vacías con cucharones.
“Lo poco que le queda en la silla presidencial al gobierno que haga algo, estamos en sus manos”, dijo a The Associated Press Mercedes Quisbert, la dirigente del sector de comerciantes que venden ropa, alimentos y otros productos.
Los comerciantes se declararon de luto por la crisis económica y colgaron rosones negros en su banderas, mientras en las puertas de sus negocios pegaron carteles que decían :“Duelo por nuestra economía”. En tanto, largas filas para conseguir gasolina y diésel retornaron en la vía pública.
En Bolivia comenzó hace dos años una falta de dólares que ha repercutido en el sector productivo, que necesita de esa moneda para importar insumos y maquinaria para producir. En marzo, el gobierno admitió que por la falta de dólares no pudo importar carburantes en su totalidad. La petrolera estatal importa un 90% de diésel y más de 50% de gasolina que se consumen en el país y los vende subvencionados en más de un 50%.